Después de dos años, el Banco de la República de Colombia ha bajado su tasa de interés a un dígito, situándola en 9,75% desde el 10,25% anterior.
La decisión, tomada por mayoría en la junta directiva, contó con cuatro votos a favor de reducir 50 puntos básicos y tres que proponían una reducción de 75 puntos básicos. Este cambio llega en un contexto de moderación inflacionaria y con expectativas de estabilidad a largo plazo.
Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, anunció la medida y destacó que las recientes condiciones de inflación justifican la reducción. En septiembre, la inflación anual se situó en 5,8%, una leve mejora frente al 6,1% registrado en agosto.
La inflación sin alimentos ni regulados se mantiene en torno al 5,5%, impulsada principalmente por el sector servicios. Con esta tendencia, las proyecciones de inflación para 2024 se han ajustado a la baja, ubicándose en 5,3%, mientras que las expectativas para finales de 2025 permanecen ancladas en un objetivo cercano al 3%.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, destacó que la prudencia en la reducción, de 50 puntos en lugar de 75, responde a la incertidumbre global ante las elecciones en Estados Unidos y al proceso de reforma del Sistema General de Participaciones en Colombia, actualmente en trámite en el Congreso. Ambos factores, apuntó Bonilla, influyen en el margen de maniobra para continuar con una política monetaria menos restrictiva.
El comunicado del Banco de la República advierte, no obstante, sobre presiones en el mercado cambiario. La tasa de cambio ha mostrado incrementos sostenidos, impulsados por un fortalecimiento global del dólar, la caída en los precios del petróleo y factores locales de incertidumbre fiscal.
En palabras del Banco, la situación se ve agravada por la brecha en los ingresos tributarios y la falta de recursos para financiar el presupuesto de 2025, junto con la reforma del Sistema General de Participaciones que podría poner en riesgo la estabilidad de las finanzas públicas.
En paralelo, la Superintendencia Financiera, en la Resolución 2168 de 2024, certificó que el interés bancario corriente para créditos de consumo y ordinario se situará en 18,6% efectivo anual durante noviembre, mientras que la tasa de usura para los mismos créditos se fijó en 27,9%. Estos ajustes buscan reflejar el nuevo contexto monetario y las proyecciones de menor inflación, proporcionando alivio al crédito de consumo en el país.