El Festival Cuna de Acordeones es un evento cultural y social que reúne a personas para celebrar y disfrutar de diferentes formas de expresión artística, música, comida, tradiciones y reencuentros; es un espacio que nos ha permitido posicionarnos culturalmente y mostrar a Villanueva ante el mundo. En esta 46ª Versión, hubo un acierto con “5” distinguidos en la escogencia de los homenajeados; Rita Fernández e Ismael Fernández.
Hasta hace no pocos años la dimensión económica de las actividades culturales se consideraba prácticamente inexistente y éstas eran vistas como meras actividades con vocación deficitaria: poco capaces de generar recursos por sí mismas y, por lo tanto, consumidoras netas de subvenciones públicas. Posteriormente, dichas percepciones mutaron de forma bastante radical y empezó a difundirse una opinión contraria que atribuía a determinados eventos culturales una responsabilidad en la generación de empleo y rentas que muchas veces excedía notablemente las cifras reales.
Acá entra el primer actor para la promoción de Villanueva tanto en lo cultural, académico y económico; el Director de Telecaribe Ismael Fernández Gámez, quien no escatimó esfuerzos para que, de una manera única y jamás vista, se trasmitiera el festival por el canal regional, además de ese incalculable gesto, hizo llegar a Villanueva muchas personalidades importantes, apoyó lo cultural con lanzamientos de libros y conversatorios y como dice el dicho “detrás de un buen hombre hay una gran mujer”, Demis Pacheco de Fernández, jugó un papel fundamental; se entregó en alma, vida y corazón hasta el punto que fue en ese momento más villanuevera que nuestras piedras.
El segundo actor: Jaime Lacouture Peñaloza, un villanuevero que lo ha dado todo por su pueblo, esta vez le faltaron puestos en los aviones y buses para traer figuras importantes de toda talla, atendidos por él mismo como lo sabe hacer, independientemente que sea el primogénito de la primera autoridad, demostró en su totalidad su sentido de pertenencia y su amor por el festival y por Villanueva.
Desde el punto de vista cultural, el festival ofreció una instantánea única, identidad de una comunidad, brindando la oportunidad de revitalizar y conservar las prácticas culturales, y que sirvieran como laboratorio creativo para los artistas contemporáneos; acá se lució el tercer actor; Fabián Molina un profesional en todo el sentido de la palabra, un celoso guardián del festival y de las expresiones culturales.
Es por todo lo anterior que es necesario prescindir de determinadas visiones triunfalistas (o catastrofistas) sobre el papel de nuestro festival y, al mismo tiempo, generar información precisa y veraz sobre los mismos, una información que sirva a los directivos y autoridades para tomar decisiones que permitan conjugar los impactos positivos del consumo cultural con los consiguientes impactos económicos sobre el conjunto del tejido productivo. Hoy en día las administraciones públicas no pueden ser gestionadas sin datos, entre ellos los relativos al impacto de las políticas públicas. Y es que la calidad de dichos datos es clave para asegurar la eficacia de las políticas públicas y una adecuada asignación de recursos que, sin duda, pasa por las actividades culturales.
Nuestro festival, se distingue por ciertas características que los hacen únicos y atractivos: mostramos una diversidad, abarcando una amplia gama de actividades y expresiones artísticas, desde la música, la gastronomía y las tradiciones populares, tenemos raíces en la identidad cultural de una Villanueva que todos queremos y sirven para preservar y promover nuestras tradiciones y nuestro patrimonio cultural. La riqueza de las regiones constituye un instrumento de comunicación e intercambio de ideas que debe ser siempre promovido por la fundación Festival cuna de Acordeones y apoyado por todos.
En esta 46ª versión se avanzó mucho en la ampliación de conocimiento y en la conservación de los bienes culturales, en la invitación a participantes en las diferentes modalidades, hoy somos atractivos para todas las regiones del país; con el éxito de esta versión nos enfrentamos a nuevos retos de superar ese éxito que se logró. Las emociones positivas que despierta el Festival Cuna de Acordeones influyen en los procesos de identificación cultural y en desarrollo mismo del evento.
Si una persona viene a nuestro festival y escucha al participante en las diferentes modalidades de su gusto o a su grupo favorito o a cualquier otro que le gusta, va a sentir emociones positivas importantes y se va a identificar con su manera de tocar, de hacer música y con seguridad para la 47ª versión, lo tendremos en Villanueva.