La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, expresó su enérgico rechazo al atentado perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Arauca, que dejó un saldo de dos militares muertos y 27 heridos. El ataque, ocurrido en la base militar de Puerto Jordán, ha sido ampliamente condenado por el Gobierno Nacional, que busca avanzar en el proceso de paz con los grupos armados.
Márquez, quien también se desempeña como ministra de la Igualdad, ofreció sus condolencias a las víctimas y sus familias, reiterando que es «incomprensible» que grupos como el ELN respondan con violencia a los esfuerzos de paz liderados por el presidente Gustavo Petro. “Basta ya de sembrar violencia y dolor en el pueblo. Es momento de permitirle a Colombia vivir en paz”, afirmó la vicepresidenta.
El ataque, perpetrado con explosivos en la mañana del 17 de septiembre, ha llevado al presidente Petro a clausurar la mesa de negociaciones con el ELN, decisión que él mismo anunció públicamente, declarando que la agresión prácticamente cierra el proceso de paz con esta guerrilla. Las conversaciones, iniciadas en agosto de 2022, ya estaban congeladas desde hace seis meses, en medio de acusaciones del ELN hacia el Gobierno por no cumplir con ciertos compromisos.
Entre las quejas del ELN, encabezado por su líder «Antonio García», se incluía la falta de acciones del Gobierno para retirar al grupo de la lista de Grupos Armados Organizados (GAO), en la que figuran junto a organizaciones narcotraficantes. Además, reclamaban la ausencia de un Fondo Multidonante que financiaría la reintegración de combatientes que abandonaran las armas.
La ruptura definitiva del proceso de paz se produjo en un ambiente de creciente tensión desde mayo, cuando surgió el frente disidente Comuneros del Sur en Nariño, que decidió apartarse de las órdenes del Comando Central del ELN. El respaldo del presidente Petro a este grupo disidente añadió más fricciones con el ELN, lo que, sumado al reciente ataque, derrumbó los esfuerzos de paz.
La vicepresidenta Márquez reiteró su llamado a los grupos armados para que cese la violencia y permitan a Colombia avanzar hacia una paz estable y duradera.