Definitivamente a los colombianos nos une el triunfo de nuestros deportistas, artistas, escritores, y de todos aquellos que mediante el esfuerzo personal, logran descollar a nivel universal.
De eso no hay dudas. En el pasado vivíamos del gol olímpico de Marcos Coll en el mundial de Chile. Luego las primeras medallas olímpicas en Múnich. El premio Nobel de Gabriel García Márquez; y el triunfo de Egan Bernal en el Tour de Francia.
Ahora la excitante campaña de la selección Colombia en la Copa América no hace olvidar lo ocurrido en el 94, cuando, precisamente en los Estados Unidos nos creíamos campeones, sin jugar el primer partido del certamen orbital.
Hoy, con los pies puestos sobre la tierra, el pueblo colombiano se ha levantado para exhibir con orgullo el amarillo, azul y rojo, con mucha madurez. Los fracasos, nos enseñaron a no ser tan triunfalistas. Ahora estamos frente a una soñada final y nada más que ante la mejor selección orbital: Argentina, con Messi y toda la constelación de estrellas.
Sentir que anoche, en el Hard Rock Stadium de Miami, emergió la hermosa figura de Shakira, para cerrar con broche de oro la Copa América, es algo que nos rompe el alma de emoción. Además, muy seguros estábamos que toda la constelación de estrellas de la farándula colombiana, también estaba en el escenario, para apoyar a los nuestros.
Por eso, nos sentimos orgulloso, que la verdadera paz en Colombia, se puede lograr a través del fortalecimiento del deporte, el arte, la educación. Eso lógicamente, nos conllevará al mejoramiento de nuestra calidad de vida.
Nos alegramos que el gobierno del presidente Gustavo Petro, los gobernadores y alcaldes territoriales, salgan a promulgar decretos para anunciar que hoy lunes, que cualquiera sea el resultado, será día cívico. Eso debe ir en consonancia con el verdadero estatus que se le debe dar al deporte y las artes en cada región.
Paradójicamente las regiones olvidadas sean las mayores aportantes de los talentos humanos en las selecciones. Chocó, La Guajira, Cauca, zonas en donde la pobreza campea, los deportistas y artistas nacen, crecen y se desarrollan como la ‘verdolaga’ sin tener respaldo institucional.
Cuántos Luis Díaz y Monteros, se pierden en los potreros o canchas deportivas, por no contar con un balón para jugar, o simplemente un grano de arroz para comer cuando regresan sofocados a sus casas, luego de jugar un partido. O, los potenciales artistas que nacen en los 15 municipios de la península, sin conocer la ayuda estatal. Ojalá así con la misma alegría que coreamos los triunfos, se puedan hacer las verdaderas inversiones para mejorar el futuro de nuestros jóvenes deportistas, artistas, académicos, que cumplen sus sueños bajo condiciones extremas de pobreza.