El administrador de empresas, Bartolo Gómez Asís, asumió como nuevo director del Instituto de Deportes de La Guajira, luego de ser seleccionado de una terna por la junta directiva de la institución.
La situación económica del Instituto es crítica, que requiere de acciones serias para recuperarla que le permita cumplir con ese objetivo misional de apoyo a los deportistas y ligas deportivas.
La designación del nuevo director es una responsabilidad que asume el gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, quien confía en su sensatez, responsabilidad y honestidad para recuperar a la institución que en los últimos años poco resultados puede mostrar del trabajo en favor de los deportistas.
El mandatario debe garantizar el apoyo institucional al director de deportes, e inyectarle recursos económicos importantes al Instituto si realmente quiere que se masifique la práctica deportiva en el territorio.
La tarea no es fácil pero el sector deportivo espera que por fin se viva el deporte, lo que se logrará en la medida que el responsable de la institución tenga claro que llega a trabajar y a servir, y a administrar los recursos públicos con honestidad.
La práctica del deporte es fundamental para el ser humano, porque le permite un buen estado físico y mental, además de ocupar de manera útil su tiempo libre, como también el desarrollo competitivo en las diferentes disciplinas.
Se espera que en este nuevo Gobierno administrado por quien representa la nueva generación de La Guajira, le apueste al ser humano para lo cual debe apoyar de manera más decidida los sectores de cultura y deportes.
Gobernador, usted tiene la palabra, y el doble compromiso de responderles a los gestores culturales y los deportistas, no les falle porque ellos representan la fuerza y la perseverancia y el voto de confianza para seguir trabajando en medio de tantas dificultades.
De acuerdo con el Comité Olímpico Internacional, la práctica del deporte es un derecho humano, y uno de los principios fundamentales del olimpismo es que ‘toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y de juego limpio’.