Un ataque armado en la sala de conciertos Crocus City Hall, situado al noroeste de Moscú, Rusia, dejó este viernes 40 muertos y un centenar de heridos. Horas después, el Estado Islámico (Grupo terrorista Isis) asumió la autoría del atentado.
El Crocus City Hall se encuentra en la ciudad de Krasnogorsk, en las inmediaciones de la capital rusa, donde incursionó un grupo de personas vestidas de camuflaje, con armas de asalto y abrieron fuego justo antes de comenzar el concierto del grupo Picnic.
Todas las entradas, 6.200, estaban vendidas y los videos del lugar reflejan el asesinato con tiros de gracia, a quienes intentaban huir.
Los atacantes provocaron además un incendio en el centro de ocio que alberga la sala de conciertos, mientras que en otra próxima se estaba celebrando una serie de concursos infantiles con niños procedentes de la región de Vólogda, situada a 500 kilómetros al norte de Moscú.
Estados Unidos y el Reino Unido publicaron hace dos semanas una alerta de posibles ataques terroristas en Rusia, poco después de que el FSB anunciara que había frustrado un ataque del Estado Islámico en una sinagoga de la capital rusa.
Washington incidió en su aviso en el riesgo de que fueran atacados “eventos con mucha gente, como conciertos”. El presidente Vladímir Putin minimizó la amenaza y aseguró que “todo esto se parece a un chantaje absoluto con la intención de intimidar y desestabilizar a nuestra sociedad”.