(‘El Juntero Futurista’)
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Exaltando hoy a un hijo de La Vega, cerca de La Villa del Río, municipio de San Juan del Cesar, La Guajira: líder, generoso, eficiente, puntual, disciplinado, ganador, capaz, servicial, efectivo, enérgico, activo, ah…. y laboró durante 38 años en la mina del Cerrejón, hizo parte del grupo # 1 de trabajadores que ingresaron a esta empresa, la cual se llamaba Intercor en ese momento, cuando había que resolver algún asunto complicado en el trabajo, siempre lo llamaban sus superiores y acudía de inmediato; un ser humano resolutivo y decidido al que no le queda grande nada.
Aunque por cuestiones ajenas a su voluntad el día de su parto, su madre lo dio a luz en Urumita, La Guajira, dice que es de La Vega, un caserío muy pequeño que está muy cerca del corregimiento de Villa Del Río a 20 kms de la cabecera municipal San Juan del Cesar, La Guajira, su nacimiento aconteció un 25 de febrero del año 1962, son sus padres: Nicolás Bermúdez Díaz y Aura Elisa Peñaloza Jiménez, cuenta con 9 hermanos: Aura Luz, Alicia Mercedes, Jose Nicolás, Laura Esther, José Vicente, César Enrique Bermúdez Peñaloza y Arlet Obed Cadavid Peñaloza, Carlos Alberto Bermúdez Ramírez, y Yanina Luz Bermúdez Vergara.
Su esposa lleva por nombre: Duvis Contreras Cañizares, cuenta con 9 hijos, la mayor se llama: Virginia (diseñadora de espacios arquitectónicos); Jaime Luis (diseñador gráfico y pastor cristiano), Marian Bermúdez Solano (ingeniera industrial), y Rafael David Bermúdez Pinto, John Torres Castro, no tiene sus apellidos, pero es de sus entrañas (trabaja en el Cerrejón), Jaime Andrés, su escudero (décimo semestre de derecho), Diana (nutricionista), Alcides Raúl (con 12 años y ya toca acordeón), y ‘la veje’ María Isabel Bermúdez Contreras, también lo respaldan 8 preciosos nietos, en pocas palabras está dejando huellas en la tierra, son su continuidad.
Mejores Amigos
David Pava Nieto, Deimer Martínez Barros, Juan de Dios Torres Barrera, Doraldo Gil Pérez, y Lisandro López. Nos comunicamos con su gran amigo David Pava y esto nos dijo de su compadre. “Jaime es una persona Integra, amigo fiel, y un padre ejemplar, inteligente, sagaz, comprometido, y leal”. Nos contó la siguiente Anécdota: “Cuando conocí a Jaime, me hizo una confesión, compadre el día que tenga los medios, lo que más quiero es recuperar las tierras donde pase mi infancia, recordaba siempre un árbol de totumo donde jugaba trompo con su padre, pasó el tiempo y compró esas tierras nuevamente, e incluso vendía parcelas, el lote donde estaba el árbol se lo vendió a su amigo ‘Lucho’ Araujo, con una condición perentoria, que por favor no fuera a tumbar el palo de Totumo y su amigo ‘Lucho’ cumplió su petición”.
Su infancia transcurrió en La Vega, terruño al que adora, se bañaba en el río Cesar, donde tenía hasta un sitio escogido para hacerlo, todavía hoy lo visita y se llena de nostalgia cada vez que lo ve.
Su primaria hasta cuarto elemental la estudió en La Vega, en la Escuela Rural de Varones de esta localidad y su quinto grado lo realizó en el Colegio Alfonso Araujo Cotes de Valledupar, allí obtuvo su diploma de Primaria, el bachillerato hasta tercero lo cursó en el Colegio Upar del barrio Los Fundadores de la capital del Cesar, junto a sus primos Juvenal Daza Bermúdez y Luis Cuello Bermúdez (‘Lucuber’), quienes eran profesores de esta institución, fueron fundadores de este Claustro Educativo. A raíz de la violencia se le nublan los ojos al decirlo, su patria chica desapareció, por este motivo en enero de 1973, junto a su familia le tocó venirse para Valledupar.
El cuarto, quinto y sexto de secundaria lo realizó en el Colegio Ateneo El Rosario, y por sus buenas calificaciones fue becado, guarda un gran agradecimiento por quien fuera su rector, el siempre recordado: Cesar Pompeyo Mendoza Hinojosa.
Al terminar su bachillerato enfrentó una frustración, anhelaba estudiar derecho y sus padres no tenían recursos para poder enviarlo a la Universidad, le gustaba la milicia, decidió entonces prestar el servicio militar en Pamplona Santander, donde hizo muy buenas amistades, hasta un conjunto vallenato organizó; en el ejército desarrolló una doctrina, que aplica siempre en su vida: ‘La disciplina’, esta es la clave para el éxito en la vida, recalca.
En el mes de septiembre de 1982 regresa a Valledupar, con planes de irse para Bogotá, pero escuchó hablar de una Empresa que vendría a la Guajira a explotar Carbón, Intercor se llamaba y decidió irse para La Guajira para indagar bien y por qué no solicitar trabajo, en tan renombrada compañía. Ingresó su hoja vida y se llena de orgullo afirmando que casi inmediatamente es llamado para hacer parte del primer grupo o contingente de trabajo de la multinacional Exxon que era la propietaria de Intercor Operador, empresa está que Jaime considera su universidad de vida, a ella le debe su bienestar y el de toda su familia manifiesta, inicio como operador de motoniveladora, luego hizo parte de la sección de entrenamiento para enseñar a los operadores nuevos, y antes de los tres años ya era acting (Supervisor encargado), luego es ascendido a Supervisor, y estuvo hasta de Superintendente encargado en varias ocasiones.
Conserva gratitud inmensa a Cerrejón nos dice Jaime, todo lo que es como ser humano se lo debe a su adorada Empresa así la considera, su desempeño fue tan eficiente que trabajó a la par de los profesionales de la ingeniería, realizó recuerda 6 semestres de Psicología, en La Universidad Nacional Abierta y a Distancia (Unad) pero se desempeñó siempre en la minería trabajos de campo en el área de Producción, llegó a ser supervisor de vías, de área de palas, donde lo asignaban sus superiores se esmeraba siempre en dar el ciento por uno, de ahí que sus cuadrillas eran las mejores, defendía a sus pupilos y peleaba por sus aumentos, pues reconoce que uno trabaja es para ganar bien y mucho más cuando se esmera y esfuerza; cuando le tocaba reprenderlos también lo hacía.
La Gatica
Un compañero suyo inolvidable: Germán Pinto lo bautizó ‘La Gatica’, y muchos trabajadores y hasta jefes así lo llamaban. Él era indiferente a ese seudónimo, trabajaba siempre con entusiasmo y alto grado de responsabilidad, lo cierto fue que Jaime a Germán también le pagó con la misma moneda y le pone el nombre de ‘Carita e’ Vieja’ y así se quedó.
Superintendente de tajo y de turno, Sin ser ingeniero en varias oportunidades lo encargaban de estos cargos de alta responsabilidad, siempre entregaba óptimos resultados.
En varias ocasiones cuando había un problema complicado, accidentes graves, camiones o palas atolladas en la mina, le llamaban para que ayudara a solucionar el impase, y con creces que lo hacía, su mayor y mejor táctica: aislar al individuo involucrado, “no se puede incluir en el grupo de solución a la persona estresada y preocupada, más bien aislarla, y utilizar actores con mentes frescas, que miren el panorama diferente, estos aportarán otros puntos de vista, esta era mi técnica y me dio extraordinarios resultados; esas estrategias se las enseño a mis hijos” afirma, el hombre debe regirse por tres principios básicos: “planear, ejecutar y controlar, aquí está la clave”, enfatiza para triunfar.