Llegó el 2024 un nuevo año rodeado de las esperanzas de todos los guajiros por disfrutar de mejores condiciones de vida, que deben marcarse desde la eficiente prestación de los servicios públicos, la generación de empleo, y la construcción de grandes obras que empiecen a mostrar el camino al desarrollo social y económico que tan esquivo ha sido en estos últimos años.
Estos propósitos solo serán posibles en la medida que los nuevos mandatarios sientan la necesidad de trabajar de manera honesta y responsable, para demostrar que por fin en La Guajira los recursos públicos serán bien invertidos.
Las grandes obras no pueden seguir aplazadas en el Departamento, especialmente en la ciudad de Riohacha que es el referente por su condición de capital.
Tanto el gobernador Jairo Aguilar Deluque como los 15 alcaldes deben empezar a planificar el trabajo de estos cuatro años de Gobierno, los diputados y los concejales deben despojarse de ese insano deseo de la crítica malsana para obtener prebendas económicas para apoyar las iniciativas que presenten quienes están gobernando.
Existe la necesidad urgente de trabajar en equipo, de entender que solo debe existir un objetivo y es la comunidad que en redes sociales y medios de comunicación muestran toda esa frustración, producto de la desconfianza en los funcionarios públicos.
El respeto de la comunidad solo se gana si los gobernantes son sinceros y honestos, lo que deben demostrar en la coherencia de sus actos, en las decisiones que asuman en el ejercicio del poder y en la transparencia para la ejecución de muchas obras que se siguen esperando en los años.
Si bien se reconocen algunos avances en ciertos sectores, todavía hay mucho por trabajar y demostrar, y esa responsabilidad hoy recae en quienes se ganaron el respaldo popular en las elecciones regionales del pasado 29 de octubre de 2023.
Las esperanzas de toda una población por disfrutar de un territorio donde se garantice el acceso a los servicios públicos, al trabajo, a las grandes obras están intactas y corresponde a quienes ejercen el poder convertirlas en realidad.