Llegó la navidad y con ella los miles de sueños de los niños y niñas que crecen en un país de muchas desigualdades, y en un Departamento como La Guajira que no avanza en su desarrollo social y económico.
Con el nacimiento del niño Jesús este 24 de diciembre, terminaron las tradicionales novenas donde los menores cantan los villancicos, e ilusionados escriben sus cartas esperanzadas en esos regalos que no importa el valor disfrutan con alegría.
Los hijos representan la esencia del hogar, por ellos los padres se esfuerzan en trabajar para brindarles un crecimiento sano y para suplir sus necesidades básicas, sin embargo, en muchas moradas las dificultades son otras por la falta de trabajo.
Y es allí precisamente donde los nuevos mandatarios que asumen este primero de enero de 2024 deben enfocar su interés, para que más niños cuenten con la protección de sus padres y logren asistir al colegio, alimentarse como corresponde para una mejor salud lo que les garantiza un crecimiento sano.
El acceso al trabajo es fundamental para que los hogares funcionen, y también para los jóvenes que se forman en las universidades y en el diario vivir.
Existen varias formas de fomentar el trabajo digno, desde los emprendimientos, la empresa privada, las entidades públicas y el informal.
Un buen gobernante debe entonces privilegiar y encontrar nuevos caminos para promover el trabajo desde las propias dinámicas que brinda el territorio que en el caso de La Guajira son varias desde la explotación de sus recursos naturales, el turismo, la cultura, el deporte que necesariamente debe ir acompañado de eficientes servicios públicos.
La felicidad y el crecimiento sano de los menores depende en gran parte del trabajo de sus padres, de allí el llamado al nuevo gobernador de La Guajira, y a los quince alcaldes para que en sus planes de desarrollo definan ideas claras de como impulsar la generación de empleo digno y sustentable.