La palabra “gitano” procede de “egiptano”, porque en el siglo XV se pensaba que los gitanos procedían de Egipto.
Cuando llegaron a Europa, muchos grupos de gitanos se presentaban a sí mismos como “nobles egipcianos”; así, en 1425, dos romaníes solicitaron un salvoconducto al rey Juan II de Aragón, en el cual se hacían llamar “condes del Egipto Menor”.
La palabra “calé” parece proceder del indostaní “kâlâ”, que significa “negro”. Los gitanos, romaníes, cíngaros o rom son una comunidad o etnia originaria del subcontinente indio, que data de los reinos medios de la India, con rasgos culturales comunes (poseen una herencia lingüístico-cultural común, de origen indoario), aunque con sustantivas diferencias entre sus subgrupos.
Con respecto a la conexión entre los romaníes y el tarot, resulta interesante la asociación entre el tarot y el pueblo romaní, ya que los tipos de adivinación más usados tradicionalmente por estas personas son la lectura de las manos (quiromancia) y la cartomancia, pero realizada con la baraja española. El tarot no figura entre sus intereses, al menos de un modo destacado.
Llegó un nuevo proceso electoral y con ello los falsos promeseros, los que nunca abrazan, sino en tiempos de elecciones, los de las sonrisas fingidas y de posturas falsas ante gente humilde y de buenos corazones. Los que se han caracterizado siempre como ‘cumbos’ y ahora posan de buenas personas y prometen esta vida y la otra con tal de llegar al poder.
Son los falsos promeseros que se dan el lujo de gastar dinero a manos llenas, dinero que ha sido producto de la corrupción campante que carcome a toda Colombia. Dinero que nunca ha sido producto del trabajo honrado ni mucho menos ganado con el sudor de su frente y es cuando se cumple el aforismo que el que compra para llegar, gobierna para robar.
Pero lo más significativo de esta columna que en determinada campaña se hacen presentes los gitanos que vienen cada vez que se inicia un proceso electoral. Gitanos villanueveros que hace rato se fueron de su pueblo por cualquier circunstancia a buscar mejores horizontes o huyendo de la violencia que sufrió este bello pueblo y salieron corriendo despavoridos y echándole toda clase de maldiciones a nuestra Villanueva del alma, pero otros con estoicismo y valentía resistieron esas décadas de impotencia, de dolor, de inseguridad, pero con la frente en alto dijeron: de aquí no me voy, aquí me quedo y con todos esos pesares lograron volver a ver la seguridad y la tranquilidad de nuestra bella patria.
Ahora esos gitanos que se fueron de Villanueva, unos hace 50 años, otros hace 30 años y otros personajes que recibieron el apoyo de la guerrilla y luego de los paramilitares, llegan con su cara bien lavada como si no hubieran quebrado un plato. Son los gitanos villanueveros que han llegado de nuevo a leerle la suerte a incautas personas inocentes y desprevenidas de nuestro hermoso municipio.
Sí, los gitanos villanueveros ya iniciaron las instalaciones de sus carpas de la democracia y en esas carpas acuden en masa a ver que les dice la suerte y cuál es su futuro e inclusive plagian a Harry Potter con su magia encantada y como si estuvieran en el mismo film aparecen las brujas con sus escobas encantadas y les expresan que acá en esta campaña estará su nuevo amanecer y vendrán días de prosperidad para ustedes y como prueba de ello les entregan dinero como producto de esa magia llamada corrupción, dinero que no es de ellos, sino del Estado.
Y lo más triste es que muchos de ellos se creen el cuento y salen hipnotizados con la gitana. Es la realidad que ya se está viviendo en nuestro pueblo con los gitanos y los falsos promeseros.