En el rincocito más querido de La Guajira, la bella tierra donde se celebra el grandioso Festival Folclórico del Fique, un 16 de enero del año 1960 nace Freddy Miguel Peñaranda Arrieta, experto urbanista, edificador y forjado personaje.
Sus padres llevan por nombres: Gabriel Peñaranda Carrillo, oriundo de San Juan del Cesar y Abelina Arrieta Hinojosa, natural de La Junta. Son siete hermanos: Laudith María y Ana Cecilia Arrieta, Afranio, Manuela, Idalides, Freddy y Harold Peñaranda, de padre está Rosa Elvira (madre del actual alcalde de Fonseca y Carmen Cecilia Peñaranda Gámez; y en Patillal su padre tiene otros dos hijos: Nicolás y Samia Peñaranda Corzo.
Freddy dejó 6 hijos, la mayor se llama: Avelina Beatriz Peñaranda Lorduis, la segunda, Yina Peñaranda Coronel; con Margarita Beatriz Baute Ariza, su actual compañera, tiene tres hijos: Didier José, Ximena Margarita y John Fredy Peñaranda Baute, y su último retoñito lleva por nombre Freddy Andrés Peñaranda Muniver.
La infancia de Freddy transcurrió en La Junta, San Juan del Cesar y Maicao. Estuvo en la capital comercial hasta los 12 años, su madre tenía un restaurante en una zona que le llaman ‘El Mercadito Guajiro’. En ese lugar había un tambo grande y Freddy se montaba en él a brincar y hacer travesuras, su mamá, y Manuela, su hermana querida, le gritaban que se bajara que se podía caer. Su amigo y paisano Erasmo Mejía lo bautizó como ‘El Carpintero’, comparándolo con aquel inquieto pájaro.
Fue un niño muy travieso y juguetón, la juventud la vivió en la ciudad de los Santos Reyes, Valledupar. Su primaria la inicio en Maicao y la terminó en la capital del Cesar. La educación secundaria la recibió en el Colegio Ateneo El Rosario de la Valledupar.
Cuando obtuvo su diploma de bachiller se trasladó a la ciudad de Barranquilla a estudiar la carrera de sus amores, arquitectura. Se destacó siempre con los números en la CUC, Corporación Universitaria De La Costa. En esta Institución se convirtió en un descollante arquitecto. Se graduó con honores el 28 de julio del año 1989. Inició a trabajar luego de terminar sus estudios en la empresa Civilsa en la ciudad de Valledupar, dedicada a obras civiles junto a su propietario, el también arquitecto William Fuentes Lacouture. Más tarde laboró al lado su paisano juntero Gustavo Gutiérrez Maestre, “el arquitecto de moda” en urbanizaciones como Azúcar Buena, barrio La Esperanza, y pavimentación de muchos barrios de la ciudad de Valledupar.
Realizó obras en Riohacha y en el corredor minero del Cesar en municipios como Becerril, La Jagua y el corregimiento de La Loma.
Por último, se independizó y construyó con un equipo de obreros de su confianza el edificio de Uniapuestas en Valledupar y el Hotel Nativo, de tres plantas, cerca de la Universidad Popular del Cesar, sede Sabanas. Trabajó en la Secretaría de Planeación municipal como arquitecto en la administración de Aníbal Martínez Zuleta entre los años 1991y 1992.
Amigos de Freddy
Sus colegas arquitectos Hernán Arzuaga, Álex Padilla, Edwin Gámez y Adrián Pereira, Efraín, el popular ‘Caciquito’. Otros amigos de parrandas fueron José Miguel y Juan Manuel Martínez Hinojosa, su gente querida del folclor: Jorge Oñate, quien lo saludó varias veces, Miguel Morales, Élver Díaz, ‘El Negrito’ Osorio y Álvaro López.
Le indagamos a Juan Manuel Martínez, uno de sus buenos amigos, que es lo que más recuerda de Freddy y nos dijo: Fue un hombre alegre, folclorista de raca mandaca, como ese no había dos, a quien le gustaba la buena música, gran seguidor de las canciones que cantaba ‘El Jilguero de América’ Jorge Oñate, ferviente defensor del folclor, incansable trabajador, honesto, excelente profesional, siempre compartíamos en la celebración del Festival Vallenato, nos reuníamos varios miembros de nuestras familias, muchas veces en la casa de ‘La Vieja’ Elvira, la mamá del ‘Cacique de La Junta’, recordábamos muchas historias, en compañía de otro de sus buenos amigos, Elver Díaz. Jamás faltaron aquellas inolvidables anécdotas de Jesús Martínez, mi hermano, reía a carcajadas haciendo reminiscencias de ellas. Fue un señor arquitecto, de los mejores que he conocido”.
Por su parte, su valioso amigo y colega arquitecto Hernán Arzuaga nos dijo: “En mi memoria siempre estarán los buenos momentos que compartimos. Freddy para mí fue más que un amigo, un hermano sincero, pasamos cantidad de momentos juntos desde la universidad en la ciudad de Barranquilla, y luego muchas veces nos tocó compartir y discutir conceptos. Su recuerdo perdurará en mí eternamente. No te doy un adiós compañero y hermano, solo un hasta pronto. Lo describo como un excepcional profesional, amigo incondicional y bonachón, folclorista como ninguno, y muy aficionado al fútbol”.
Su primo hermano y compadre José Miguel Martínez dice: “Freddy, muy parrandero, ayudaba a sus amigos, no era rico, pero de lo que producía donaba, citaba a sus amigos y les regalaba cuando se enteraba que tenían alguna necesidad o calamidad. Un hombre batallador y humilde, no era partidario de acumular riqueza, él prefería ayudar a su familia y a sus amigos, le fascinaban las cervezas, y no podía tomarlas por prescripción médica. Los fines de semana departía con los muchachos que trabajaban en sus obras y cuando llegaba a las citas que tenía para tomar con nosotros ya estaba ‘listo’ y se dormía enseguida. Otras veces se iba de las reuniones con sus trabajadores para su casa y nos quedábamos esperándolo, un excelente patrón, les pagaba bien y puntual a sus trabajadores; amante de las chirimoyas de La Junta, su tierra, y ‘enguayabado’ le fascinaba bañarse en El Chorro del Salto. Decía que ese chorro bendito quitaba ‘guayabo’. Se llevaba unas costeñitas para disfrutar de ese delicioso baño, un gran folclorista, y ‘oñatista’ a morir.
Freddy, el parrandero
El artista vallenato preferido de Freddy era Jorge Oñate, y la canción que más le gustaba: ‘Llego tu marido’, que grabara este juglar desaparecido de la autoría de Romualdo Brito López. En varias ocasiones lo saludó ‘El Jilguero’. Lo nombraron también Farid Ortiz, Freddy Peralta, Miguel Morales, Elver Díaz y su agrupación La Familia de Diomedes, ‘El Negrito’ Osorio, Eduar Morelos, Juan Y. Marciano Martínez.
También era seguidor de ‘Rafa’ Pérez y su reciente éxito ‘La cajeta’. Nos dijo su hermana inseparable Manuela Peñaranda, que no ha podido superar esa muerte. Lo recuerda todos los días, y como parrandeaban y paseaban juntos, argumenta que Freddy se llevó su alegría. Lloró y sigue llorando diariamente su partida. Su whisky preferido era Buchanas Master y el Black and White (‘perro con perro’). Su cerveza predilecta era Club Colombia.
El día de su partida
El 23 de octubre del año 2022, producto de un infarto al miocardio falleció este divertido, festivo y risueño personaje. Era sábado ese día, no estaba tomando siquiera. Se levantó temprano y estaba escuchando noticias, y le comentó a Margarita, su compañera, que se sentía algo raro en las mandíbulas, como tensas, “y también tengo un hormigueo en el pecho”. Se untó Vick. Sentía un dolor en la pierna izquierda, fue al baño y no le pasaba el malestar. Decidió llamar a su hijo y en su carro se fueron para el Hospital Rosario Pumarejo de López.
Su hermana Manuela llegó desesperada al centro asistencial, preguntó a los médicos y le respondieron: “Puede ser un trombo o una isquemia”. Ella recordó que “estaban pendientes de la documentación y no le prestaron la atención a tiempo, lo tenían en una silla, ni siquiera a una cama lo acostaron, llorando del dolor gritaba ‘Manuela, no me vayas a dejar morir’”,
Su hermana estaba sobándolo, “de repente se voltió y prácticamente murió en mis brazos”, afirma Manuela. Y añade: “Fue algo terrible, casi me vuelvo loca. En ese momento fue apenas cuando empezaron a correr los médicos y enfermeras, pero ya era demasiado tarde”.
Nostálgica y apesadumbrada crónica la de esta semana, recordando a un alma de Dios como muchos le decían, un hombre desinteresado, servidor, desprendido, al que todos le querían por su nobleza y generosidad. Ya va a cumplir un año de su desaparición y su recuerdo sigue intacto, cuánta falta hace a su familia y amigos, su memoria seguirá presente, pues un corazón como el de Freddy jamás se olvida. A Dios le estás sirviendo en el Cielo, estoy seguro. Te convertiste en el protector de todos los que te conocimos y apreciamos, descansa en paz querido amigo, me uno a la oración por tu eterno descanso.