La Universidad de Santander instala en la ranchería Cabo Playa, una planta desalinizadora que funciona con energía solar y eólica, la cual, puede producir al día cerca de 3.000 litros de agua salada en agua dulce que benefician a 34 familias wayuú que viven en esta zona de la Alta Guajira.
Este proyecto se ejecutó de la mano de la Fundación Mujer y Hogar que viene desarrollando varias iniciativas sobre educación, alimentación, proyectos productivos. En el 2018, esta fundación recibió dicha planta que había dejado de operar por problemas técnicos y en conjunto con la universidad se logró su reparación y puesta en funcionamiento.
Expertos de la Universidad de Santander adquirieron un inversor resistente al calor y la salinidad, un banco de baterías adicional y un aerogenerador para aprovechar el viento de la zona. En dos días y medio, lograron poner en marcha la planta desalinizadora y optimizar su funcionamiento.
El ingeniero Orlando Palomino destacó la importancia de este proyecto, que 2mejora la calidad de vida de una zona históricamente marginada y explota el potencial energético de la región. Con el sol y el viento como aliados, el agua del mar se convierte en fuente de vida para los Wayúu”.
Esta planta, además, asegura la producción de hielo, que se usa para conservar los productos de la pesca y los alimentos que se brindan a los niños atendidos por la fundación. El hielo también se ha convertido en una fuente de ingresos para las madres de la fundación, que lo venden a otras comunidades.