La bolsa de recursos de inversión del Ocad Paz tiene diezmados a muchos de los 170 municipios Pdet del país, a quienes por espacio de más de diez meses no se les asignan recursos a sus proyectos viabilizados y con el cumple del sectorial.
Pese a que se ha dicho que el Pdet no es el Ocad Paz y que existen otras fuentes de financiación como obras por impuestos, ventanilla única y los diferentes ministerios y las convocatorias públicas nacionales, la falta de movilización de la bolsa de los recursos para la paz, tiene frenado el bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de las víctimas afectadas por el conflicto armado.
Sin embargo, los proyectos ejecutados entre los años 2020, 2021 y 2022, en los sectores de vías y transporte, minas y energía, agricultura y desarrollo productivo, salud y educación rural, junto con infraestructura y adecuación de tierras, han despertado una ambición desmedida por el dinero y el poder en los municipios Pdet de Colombia. Hoy, muchos dirigentes, aspiran llegar a las alcaldías sin una causa distinta que los motive al manejo de la millonaria bolsa del Ocad Paz en los municipios Pdet. Esto ha desatado muy tempranamente una disputa para regir los destinos de la administración municipal sin conocer la realidad de la entidad territorial. Ejemplos hay muchos, pero hoy quiero referirme al municipio de San Juan del Cesar, del cual conozco el direccionamiento estratégico y político que le ha venido dando el actual alcalde con lujos de detalles y de competencias.
San Juan del Cesar es un municipio de sexta categoría, dependiente de las transferencias nacionales y del sistema general de participaciones en más de un 85%, con un presupuesto de ingresos y gastos aforado en $47.000 millones, convirtiéndose así, en un plan de reparto del gasto de rentas cedidas con destinación específicas.
Así las cosas, es San Juan un municipio al cual le transfieren las partidas nacionales para los sectores de educación y salud, saneamiento básico y agua potable, propósitos generales y otros, dejando al alcalde sin capacidad de maniobra para resolver otras necesidades básicas de la población, so pena de incurrir en la desviación de recursos públicos. Ante este panorama, el alcalde actual lideró la formulación y estructuración de un portafolio de proyectos en los ocho pilares del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial-Pdet.
El municipio tiene 134 iniciativas identificadas por el grupo motor para ejecutarlas en el área rural en estos doce años con la reforma rural integral de los acuerdos de paz y más de 50 proyectos radicados. Es decir, al municipio le corresponderían ejecutar once proyectos por año en el marco de los acuerdos de paz de La Habana, o sea, 44 en el cuatrienio de gobierno, sin embargo, pese a que muchos tuvieron el certificado de concordancia de la Agencia de Renovación del Territorio (ART), cumplieron los requisitos mínimos exigidos por el DNP y obtuvieron el cumple del DNP y el sector correspondiente, no le asignaron los recursos en el Ocad Paz, quedando siete proyectos de importancia estratégica para el desarrollo y la transformación rural, haciendo la cola y durmiendo el sueño de los justos por falta de recursos del Gobierno nacional.
De modo que, San Juan ha logrado solo unos 22 mil millones de pesos en el Ocad Paz con siete proyectos aprobados, mientras que siete más esperan la asignación de los recursos. Esto obligó al alcalde a movilizar los proyectos en la búsqueda de otras fuentes de financiación, encontrándola en el gobierno departamental por aproximadamente cuarenta mil millones de pesos en cinco proyectos que dan cuenta de su capacidad de gestión.
Esto demuestra, que esa pelea de perros que se ha generado en los municipios Pdet del país por la bolsa de recursos, lo que requiere es mejores propuestas y un plan estratégico de gestión que mejore la capacidad de interlocución con el Gobierno nacional.
Se requieren propuestas de fortalecimiento de un banco de programas y proyectos de inversión pública para gestionar recursos. Se requieren en el futuro alcaldes gestores y que comprendan que el ejercicio de la vida pública cambió. Que los contratos no se adjudican a dedo como antes. Que ahora el proceso de selección de contratistas es objetivo, por el Secop 1 y 2, a través de licitación pública, concurso de méritos, selección abreviada y con pliegos tipos.
Que quien no tenga la capacidad técnica, administrativa, financiera, operativa y logística demostrada, no tiene chance.