Además de lidiar con un cáncer que lo dejó ciego, el reconocido periodista barranquillero, Hellman Hincapié Ospino, debe ahora vivir atemorizado por cuenta de las extorsiones que está recibiendo.
Según denuncia el comunicador, las llamadas amenazantes las comenzó a recibir inmediatamente después de haber registrado ante la Cámara de Comercio del Atlántico, su emisora online de noticias, la cual dirige desde su vivienda en el municipio de Soledad, donde reside.
Indicó que ese trámite fue el comienzo de su viacrucis, pues al parecer, las organizaciones delincuenciales que se dedican a extorsionar a comerciantes y empresarios, toman los datos de este documento que es público.
Esa misma modalidad criminal ya la habían denunciado en la ciudad de Barranquilla, inclusive un concejal del Distrito fue víctima luego de abrir un negocio comercial junto a su hijo.
Según lo narrado por el periodista, delincuentes que dicen ser del Clan del Golfo le exigen el pago de una extorsión de dos millones de pesos, a cambio de su seguridad y de mantener abierto su medio.
Indicó que hace dos meses le hicieron la primera llamada y, pese a haber denunciado su caso ante el Gaula Militar, no obtuvo respaldo de las autoridades. Sin embargo, en las últimas horas nuevamente fue contactado por los extorsionistas, quienes lo amenazaron con asesinarlo por no haber accedido al pago.
“Recibí una última llamada diciéndome que como yo no había accedido al pago del aporte que ellos exigen, que asumiera las consecuencias, que ya mi caso lo tenían los muchachos y que me iban a matar. Esta llamada sí me preocupó, ya no era una persona con acento del interior del país, sino una persona con acento cordobés, de Sucre o Bolívar por el golpeado al hablar. Con la primera llamada que recibí inmediatamente me puse en contacto con el Gaula Militar, pero solo me dijeron que era una extorsión carcelaria y nadie se acercó a mi casa ni me llamaron a preguntar de qué teléfono me llamaron, o a decir, vamos a interceptar o hacer algo”, narró Hellman Hincapié.
No obstante, asegura que en esta ocasión la Policía ya lo contactó para brindarle medidas de su seguridad.
Para Hellman el tema de las amenazas no es nuevo, pues hace 25 años, debió desplazarse hacia Bucaramanga con su familia, tras ser intimidado por su ejercicio periodístico en medios nacionales.
“Pero ahora me quedo en Soledad, porque hoy no tengo para donde irme y tampoco fuerzas para salir corriendo”, remarcó.