Recuerdo que en Antioquia el gobernador Fajardo tuvo como slogan de campaña: “Antioquia la más educada”. Luego la adoptó como visión y misión de su gobierno departamental.
Adicionalmente, en el Plan Municipal de Desarrollo del anterior Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se expresó que “la ciudad ha venido cambiando su esquema industrial por un modelo basado en el conocimiento”.
De manera más osada, durante la alcaldía de Alonso Salazar Jaramillo (2008-2011) surgió en Medellín la idea del proyecto Ruta N con la esperanza y mucho dinero, de emular en el Valle de Aburrá lo hecho en el Sillicon Valley: “el Valle del Silicio”.
Resulta que Sillicon Valley está situado en Estados Unidos, en el Condado de Santa Clara, en California y ha sido la capital mundial del emprendimiento, generando distintas tecnologías, nuevas empresas y enorme riqueza. En él se encuentran empresas como: Google, Netflix, facebook, Intel, Apple y Yahoo, entre otras.
Varios países -incluido el nuestro- como Corea del Sur, Japón, Taiwán o Singapur que apostaron por el desarrollo basado en la innovación, la ciencia y la tecnología han emulado con éxito este proyecto en sus territorios. Menos Colombia que aún hoy no ha podido arrancar. Mientras tanto, otros como Estados Unidos, China, Japón, Rusia están aumentando sus presupuestos en ciencia y tecnología y hoy se disputan los mercados globales. Por lo anterior, no es de extrañar que de uno de estos haya salido la vacuna que tanto añoramos durante la pandemia.
Indudablemente, puede que tratar de emular o traer para Colombia un Sillicon Valley sea una exageración pero al no lograrlo sería excelente conocer las cifras de dinero de nuestros impuestos que se le invierten a este tipo de proyectos que se quedan solo en intenciones.
Entre tanto, el periodista Yamid López Sepúlveda, comunicador social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana afirma que “El presupuesto de Colciencias se redujo entre 2015 y 2016 de 335 mil millones a 270 mil, 20% menos. Aún más preocupante: el 10% del nuevo esquema de las regalías nacionales que se destinarían a las inversiones en Ciencia y Tecnología, claves en la formulación de estrategias y recomendaciones de la Ocde a Medellín, terminaron en las Autopistas 4G”.
Ciertamente, en el gobierno del doctor Santos por medio de Colciencias se repatrió a la mayoría de científicos y genios colombianos que estaban en el exterior para que nos ayudaran e incentivaran la investigación y promovieran la solicitud de patentes de invención. Al traerlos, mejorarles los salarios que se ganaban. A los pocos meses, se vieron deambulando por las calles sin trabajo acá ni allá. Todos volvieron a emigrar.
Así las cosas, para Álvaro Pardo, economista, investigador, ex director técnico de minas del Ministerio de Minas y Energía “A los científicos colombianos les toca venderse al mejor postor para investigar”.
En síntesis, ¿Cómo pretendemos traer el Valle del Silicio para Colombia recortando cada año presupuesto a Colciencias?
Para concluir, al utilizar el dinero de la innovación, ciencia y tecnología para hacer carreteras nos dejará siempre con la chapa de país pobre, tercermundista y subdesarrollado.