Los girasoles están de moda en el municipio de Fonseca en el sur de La Guajira. Dos profesionales decidieron unir sus esfuerzos para trabajar un emprendimiento personal, como una alternativa turística y de producción en la zona.
Luis Fernando Palacio, es ingeniero Civil y desde niño se reconoció con el campo por eso no le fue tan difícil encontrar en el cultivo de girasoles una forma de felicidad que disfruta al lado de su familia, y su socio el arquitecto, Julio César Zalame, que lo acompañan en esa aventura del paseo de las flores amarillas.
Es un buen anfitrión, así lo demuestra cuando los visitantes que transitan al sur de La Guajira se encuentran con los girasoles que es fácil observar a la distancia.
Explica en detalle y cargado de alegría la forma como las flores amarillas llegaron a esas tierras.
“Sesenta y cinco días tiene este cultivo, lo hemos llevado poco con todos los esfuerzos económicos y técnicos que tenemos”, fue su primera explicación para contar como inicio en esa aventura del turismo y la cultura.
La labranza es exigente, cuenta Luis Fernando, porque los suelos deben ser profundos y se debe conservar el terreno, pasar una rastra, hacer los surcos y el sembrado.
Sobre el uso del agua, dice que es un poco exigente en la oportunidad. “No consume mucha agua, es de poca agua, pero se le debe atender de manera muy oportuna”.
Mientras contaba su historia, recordaba que el cultivo del girasol sí que es exigente en materia orgánica.
“Ya en 65 días mire lo que hemos logrado, ya tenemos este cultivo en la parte bella que es la parte que se va a explotar primero y después viene la parte de la producción que es la recolección de la semilla”, expresó.
El cultivo va más allá de mostrar los hermosos girasoles, cuenta con otro valor agregado como es el uso de la hoja que estarán procesando como alimento para ganado.
Los emprendedores trabajan con dos variedades de semilla, en el primer lote sembraron la oleica que es la del aceite y en el segundo la de granola.
Es decir, la primera semilla la utilizan para la extracción de aceite, y la segunda la granola que se usa para el consumo humano que venden en los supermercados.
La floración se da entre los 45 a los 60 días para comenzar a madurar la semilla, y a partir de allí son otros treinta días esperando que madure la semilla.
Su felicidad la transmite en el relato, porque tiene claro que el paseo del girasol es una oportunidad única para mostrar que en La Guajira existe otra manera de atraer el turista y estar cerca de la gente.
Y es que la gente encontró un sitio diferente para la recreación, pero hay algo más que emociona a Luis Fernando Palacio y es disfrutar de como los niños muestran tanta felicidad entre los girasoles.
Las abejas
Las abejas también hacen parte de la vida de los girasoles, siempre están allí rondando y haciendo la tarea de colonización.
Esa parte de la historia también la cuenta Luís Fernando, “nos hemos llevado la sorpresa la cantidad de abeja que esto atrae, hoy en día la abeja es fundamental para la producción del alimento humano”.
Las abejas son hospederas de girasol y ayudan a la polinización, lo que contribuye a que sigan existiendo uno de los insectos más importantes del planeta
Los girasoles alimentan las abejas proporcionándoles néctar y polen.
Según National Geographic, las abejas son unos insectos extremadamente sociables que viven en colonias que se establecen en forma de enjambres y en los que se organizan en una estricta jerarquía de tres rangos sociales: la abeja reina, los zánganos y las abejas obreras. Habitan en todos los continentes de la tierra excepto en la Antártida, y se trata de uno de los insectos más antiguos, del que se sabe, puebla el planeta desde hace más de 30 años.
Se conoce más de 20.000 subespecies distintas de abeja divididas en siete familias reconocidas.
Las abejas son los insectos polinizadores por excelencia y tienen una función esencial para el equilibrio de la naturaleza, ya que contribuyen activamente a la supervivencia de muchas especies de plantas que se reproducen gracias al transporte de polen que llevan a cabo esos pequeñosanimales al alimentarse del néctar de las flores.
Muchas de esas plantas la usan los seres humanos para producir algunos alimentos. Viven una media de cinco años y no miden más de 1,5 centímetros.
Otros retos
Tanto Luis Fernando como su socio, Julio Cesar Zalame, coinciden que el paseo del girasol los motiva para emprender otro proyecto en la parte cultural, para resaltar la memoria del compositor Carlos Huertas y el acordeonero Luis Enrique Martínez.
“Ellos son unos juglares nuestros y podemos realizar eventos para resaltar todo ese aporte cultural”, dijo.
El socio Julio César Zalame, también se emociona con la cantidad de gente que llega a disfrutar de un paseo diferente, por eso también está allí atendiendo a los visitantes y confiando en que con el tiempo podrán mostrar el crecimiento del emprendimiento.
La parte cultural les apasiona y a eso le están apuntando, porque definitivamente en un sitio único para disfrutar de la magia de un momento entre girasoles y música vallenata.