Los efectos del coronavirus sobre la sociedad humana van más allá de sus estragos en la salud física de los infectados. La pandemia, y el consiguiente confinamieto obligatorio para prevenir la enfermedad puede ocasionar problemas a la salud mental y el estado emocional de los individuos, especialmente niños y adolescentes.
Por lo anterior, desde Cartagena voces piden a la administración que se ponga en marcha una estrategia para atender emocionalmente a los más jóvenes durante este tiempo de confinamiento prolongado.
«Me preocupa mucho que en la ciudad no se esté diseñando ninguna estrategia en particular que permita identificar comportamentos ansiosos, enfados o agitados, algún tipo de retracción e incluso pesadillas, o cambios frecuentes del humor en los menores. Urge la activación de los equipos psicosociales y de trabajo Social de las escuelas y del Dadis, para que revisen con los directores de grupo el comportamiento de sus estudiantes», dijo el concejal Sergio Mendoza.
En ese sentido, el cabildante recordó que durante la cuarentena es necesario prestar más atención a la salud de los menores, para evitar los efectos nocivos del encierro en ellos.
«La salud mental de los niños es especialmente vulnerable en momentos de crisis, muchos estudios revelan que los niños que han pasado por cuarentenas han llegado a mostrar niveles de estrés postraumático cuatro veces superiores a la media de aquellos que no habían estado confinados», agregó Mendoza.
En el caso de los adultos, recordó que su salud mental es muy importante, dado que muchos de ellos pueden desarrollar comportamientos como violencia hacia sus allegados.