Hace algunos años se estrenó una película que fue reconocida como una de las mejores en su género. Dicha cinta cinematográfica llevaba por título “El Quinto Elemento” donde un planeta que se alimentaba de odio, casi acaba con el nuestro y para ello nuestro Dios creador envió un contingente para salvarnos y lo logró gracias a ese quinto elemento que conforma el universo como es el amor. Los otros cuatro elementos claves que salvaguardan a la Tierra son: aire, tierra, fuego y agua, pero el más importante de todos si no todos es el amor.
Traigo a colación está proyección del séptimo arte al presente de lo que está ocurriendo en nuestro país y en nuestro departamento. La paz que ha sido uno de los propósitos de los últimos presidentes, pero por la manera de hacer política o politiquería, la polarización ha aumentado en los cuatro puntos cardinales de nuestro país.
Por un lado, el movimiento político Centro Democrático con su máximo líder a la cabeza como lo es el ex presidente y exsenador de la República, Álvaro Uribe Vélez, que es el partido de gobierno que llevó a Iván Duque a la presidencia ha generado más polarización por sus acciones buenas o malas pero que en todos los rincones de Colombia siempre genera sentimientos encontrados en todos los sentidos. La crítica es buena y la oposición es saludable en un país demócrata, lo malo es el odio y el fanatismo en contra del presidente de los colombianos y de todas sus acciones gubernamentales. Pero si hacemos un análisis a fondo, el presidente Duque no ha sido tan malo. En lo social para este columnista lo ha hecho bien en especial con los recursos que se han tomado del presupuesto nacional para atacar el flagelo del desempleo en la parte informal como son los programas: Ingreso Solidario, Devolución del IVA, Jóvenes en Acción, allende de los programas de familias en acción y tercera edad.
Tan extremistas las oposiciones que el presidente Duque ha sido tolerante con esta crítica acida y que ha sido objeto de todas las burlas habidas y por haber. El senador Gustavo Petro y hoy aspirante a la presidencia de La República, ha hecho una oposición férrea con el partido de los comunes y otros partidos minoritarios de izquierda, pero más esa oposición llena de odio enceguecido y de un resentimiento tal que ha contagiado varias esferas de la patria colombiana. Lo más triste es que el país hoy se encuentra satanizado por culpa de la actual campaña presidencial. Increíble hoy existe un gana gana y un pierde pierde y que si no surge un verdadero líder nacional que aminore los ánimos, lo más seguro que estaremos a portas de una guerra civil.
La Guajira tampoco escapa a esos odios enfermizos donde los agazapados, mediocres y fracasados aprovechan cualquier instante para mostrarse tal cual como son.