El ELN dio inicio al paro armado derribando el puente que conecta a los municipios de Pailitas y Curumaní, en el departamento del Cesar, cortando además el paso entre la costa Caribe y el centro del país.
Los guerrilleros instalaron cargas explosivas en las bases del puente y poco antes del amanecer las hicieron detonar, logrando su objetivo de derribar la estructura.
Afortunadamente, ningún vehículo estaba pasando sobre el puente al momento de las explosiones, por lo que nadie resultó lastimado. Lo que sí sucedió después fue un trancón de vehículos, debido al corte de la vía.
El problema de este atentado es que ahora las personas que deseen desplazarse desde el Caribe hacia el centro del país, o viceversa, tendrán que hacerlo por rutas alternas que demandan más tiempo de desplazamiento.
En la zona del atentado opera el frente Camilo Torres del ELN.