La cosa se puso color de hormiga y culona, porque si algo tiene la política es que nada está escrito y la verdadera encuesta está es en las urnas; discurso trilladito pero certero.
Colombia es una olla pitadora de pasiones e intereses. Ahí, en ese cocido a presión, estamos todos; cada quien con sus convicciones y muchos hasta sin convicciones, solo por intereses y el zumbido del pitongo ese nos tiene sordo por estos días, porque la vaina está hirviendo a altas temperatura y si no damos paso a la cordura y mesura, estalla la olla y Dios nos libre y ampare.
Estimo válido y hasta bonito que solamente se hable de política en todos lados, pues, para mí, la indiferencia es el peor de los males; eso sí, que no sea únicamente bla, bla, bla, que el abstencionismo baje y vayamos a votar.
Realmente creo que una votación masiva a favor de cualquiera de los 2 candidatos, legitima un gobierno y sería la mejor manera de sacarle la presión a la olla sin peligro de estallido.
Lo digo porque ante una apabullante derrota no hay tutía que valga y el fulano perdedor no le quedará más remedio que recogerse y quedarse quieto en primera base, lo cual nos convendría a todos.
Lo mejor es lo que sucede y, nos guste o no, estamos en medio de un escenario político donde la libertad de elegir es un poco más trasparente, los mismos partidos políticos tradicionales se limitan a mostrar solo su simpatía, sabiendo que cada elector hará lo que le dé su reverenda gana.
Pero eso sí, es imperioso votar, “derecho y deber” y un acto de amor por la tierra. Ahora bien y ¿por quién vamos a votar? Por quien quieras, basta que encaje con tus convicciones e idea de un mejor país.
Lo que si debes saber es que este zaperoco no se arregla en un día y que no hay un Mesías Salvador que haga milagros, El mesías es uno solamente y ya bajó y volvió a subir y bien no le fue por estos lares, pero esa es otra historia que no viene a colación y los trastos de la iglesia es mejor dejarlos quieto.
Los dos candidatos son humanos, de carne y hueso, listos a equivocarse infinidades de veces y dispuestos, lo espero, a hacer lo que estimen conveniente en aras del bien común.
La gente está inconforme con lo que hay, por eso las 2 opciones ganadoras tienen un discurso diferente y ofrecen grandes cambios, amanecerá y veremos quién gana y que pueden hacer, con la ayuda de Vicente, pues mucha gente se sumará siguiendo a otra gente. Eso sí, así llueva, truene o relampaguee, yo ya la tengo clara y sé para donde moverme y será solo el tiempo quien pondrá cada cosa en su puesto y a cada payaso en su circo.