y de elemental importancia para la departamentalización de la Magdalena Grande. Era un puerto estratégico para la comercialización de bienes y personas entre las islas del Caribe, Estados Unidos de América y Europa.
Todo tipo de mercaderías salían y entraban del puerto de Riohacha, por su alta producción de Perlas era uno de los principales elementos de comercio, a vuelta de estas una gran cantidad de mercancías entraban para abastecer las necesidades de la naciente y distinguida población guajira. Ingresaron por estas tierras, alemanes, libaneses, italianos y franceses.
Hoy, con el pasar de los siglos y con la Magdalena Grande disuelta, el departamento de La Guajira se hizo, con su nombre femenino, una bella mujer, que sigue aún con su útero lleno de riquezas, siendo igual de estratégica y mega diversa, llena de potencialidades y esperanzas, pero sumida en la pobreza debido a la debilidad administrativa, que junto al abandono del Estado, han condenado al Departamento a ser uno de los lugares donde la pobreza parece reproducirse. Riohacha su capital, pasó a ser una de las ciudades menos apetecidas en el Caribe y su puerto, del cual pocos conocen su historia, hoy no tiene ninguna representatividad que mostrar.
La infraestructura vial, al igual que el puerto de Riohacha, es un total fracaso. Transitar por la carretera que recorre todos los municipios desde La Jagua del Pilar, pasando por Urumita, Villanueva, San Juan del Cesar, siguiendo por Fonseca, Hatonuevo y terminado en Riohacha, es un verdadero caos. Conductores expertos e incluso el autor, se atreven a decir que hay más de 10 millones de huecos de todos los tamaños.
La ventaja de la tormenta es que algún día llega la calma, reza un dicho popular, y conocidas las actuales condiciones y lo sobre diagnosticado que están todos los problemas del Departamento, en materia de infraestructura hay un mar de oportunidades para cambiarle la cara a esta tierra ¿sería una locura pensarse un sistema de transporte a base de rieles para movilizar los habitantes que hay entre el sur y centro con Riohacha? Y si además de eso ¿hacemos un puerto de importancia en el Caribe para Riohacha como en los siglos pasados? ¿Por qué no pensar en un proyecto financiable entre varios departamentos para unir al Cesar y los Santanderes con el mar?
¡No es una locura! como lo describe la señora Hilda Lubo Gutiérrez, en su libro de Crónicas Riohacha 473 Años, en el capítulo, Riohacha: la de ayer la de hoy, página 107, se indica que ya existía a finales del siglo XIX y principio del siglo XX la idea de construir un sistema de transporte de mercancías y pasajeros, donde lo fundamental era un sistema de ferrocarriles entre Valledupar y Riohacha. Se había logrado (describe la autora) la concesión entre Barrancas y Riohacha en el año 1882 y no se construyó por falta de recursos.
La construcción de un tren que parece ser una conclusión simple y lógica, llena de sentido común, que buscó conectar las mercancías y productos agrícolas de la Provincia de Padilla con el mar. Y no era cualquier mar, eran y siguen siendo hoy, de los principales corredores del comercio en el Atlántico próximo a las costas de Riohacha, y siendo Riohacha, por esa época un punto de referencia y de importancia estratégica.
No son formulas mágicas, pero si pueden ser claves para desarrollar el departamento de La Guajira, la construcción de este tipo de proyectos, le puede cambiar la cara a este territorio, dinamizando todo. Pensar en una opción donde el trabajo y el conocimiento sean la fuerza de desarrollo y empezar a olvidarnos de la explotación de materiales mineros energéticos.