El municipio de San Juan del Cesar, en el sur de La Guajira, cuenta con una geodiversidad excepcional que alberga una rica biodiversidad y ofrece innumerables oportunidades para el desarrollo económico y social en el mediano plazo.
Este municipio se encuentra frente a una oportunidad única para aprovechar las potencialidades territoriales y culturales de este pueblo que enamora, ubicado estratégicamente entre la Sierra Nevada de Santa Marta, hacia el oeste, y la Serranía del Perijá, hacia el este del municipio.
Este territorio, bañado por las aguas de los hermosos valles de los ríos Ranchería y Cesar, enriquecido por muchos afluentes, y también por la reserva forestal protectora del manantial de Cañaverales, representa un oasis de vida en medio del árido paisaje guajiro.
Sus fortalezas en la naturaleza y el ambiente, son fuente de inspiración para sus compositores y para el desarrollo de la vocación productiva del sector agropecuario. Estos recursos naturales son la base para el turismo de naturaleza y el ecoturismo de contemplación, que pueden convertirse en motores de desarrollo sostenible y generación de empleo en la región.
Pero más allá de su geodiversidad, es la población de San Juan del Cesar la que hace de este pueblo un lugar verdaderamente especial. Más de diez mil miembros de las comunidades indígenas wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta, junto con catorce mil de los afrodescendientes organizados en consejos comunitarios y los más de cien talentosos compositores, sus acordeoneros y cantantes de música vallenata son ejemplos vivientes del rico patrimonio cultural y humano del municipio.
Por todas sus particularidades poblacionales y territoriales, San Juan del Cesar, es un pueblo que enamora porque no solo evoca el amor y la pasión que los habitantes sienten por su tierra, sino que también destaca el potencial de su gente para cautivar y encantar a quienes lo visitan, ya sea por su belleza natural, su diversidad cultural o su cálida hospitalidad.
Esta combinación armoniosa de los recursos naturales y el capital humano es lo que le ofrece al municipio la oportunidad a través del fortalecimiento de las capacidades locales, la promoción del emprendimiento y la creación de oportunidades de empleo e ingresos, de contribuir a la reparación de las víctimas de la violencia y al fortalecimiento del tejido social en San Juan del Cesar.
Ese es el gran desafío del actual alcalde del municipio y su equipo de gobierno, posicionar a San Juan como uno de los destinos turísticos más seguro del departamento de La Guajira.
Para lograrlo deberán asumir retos muy importantes, entre ellos, dotar al municipio en su zona urbana y rural de una infraestructura de bienes y servicios públicos más adecuada para el despegue competitivo. Deberá priorizarse una mejor calidad y eficiencia de la oferta de los servicios públicos de agua, aseo, alcantarillado y alumbrado público en el área urbana y rural, la recuperación del espacio público y el control y regulación de la movilidad en la cabecera municipal.
Además, estamos en la era del acceso al agua y a la conectividad territorial. Las comunidades rurales requieren el abastecimiento de agua para el mínimo vital y la conectividad de sus territorios con la red terciaria y por las tecnologías de la información y las comunicaciones para ampliar la cobertura móvil digital.
Para el progreso y el desarrollo del siglo XXI, San Juan necesita estar conectado, esa es una verdad de a puños, se requiere conectar los centros de producción con los centros de consumo para tener venta a la fija de los excedentes del autoconsumo de la producción. Pero no solamente se deben invertir los esfuerzos en obras de infraestructura como municipio Pdet, Zomac, Pueblo que Enamora y municipio fronterizo con potencialidades para la economía naranja.
También se deben hacer ingentes esfuerzos desde la institucionalidad local, para invertir importantes esfuerzos y recursos en el desarrollo de la sociedad del conocimiento, o sea, en la educación, y también en la salud para cerrar brechas con la media nacional.
Es pertinente hoy, rescatar la cultura ciudadana, el civismo y el altruismo, junto con el sentido de pertenencia y la cultura, que nos hizo un pueblo grande y señorial.
Es decir, aquí no se puede escatimar esfuerzos, para aprovechar la oportunidad que nos da Fontur y Mincomercio al declarar a San Juan como municipio que enamora, para convertirlo en un municipio seguro y realmente turístico, dadas sus potencialidades naturales y culturales, que nos hacen diferentes a nivel país.