Es una buena pregunta para estos tiempos de angustias y zozobras; ¿Qué estamos buscando en esta vida? Y puede surgir otra pregunta ¿Analizando esa búsqueda, si ha sido verdaderamente lo que estamos buscando? O ¿Falta algo?
Realmente a veces, cuando analizamos los propósitos que se nos enseñan para “vivir bien en esta vida”; si escudriñamos a profundidad en esos propósitos, encontramos algunos vacíos; por ejemplo, a veces nos gusta unos zapatos que vemos en el mostrador y nos decimos esos zapatos van hacer mío, todo es felicidad cuando los compramos, pero al cabo rato después de tenerlo a veces ya ni siquiera los tenemos en cuenta, los dejamos abandonados, ya queremos otros; es como una sed que nunca se aplaca, ese es el vacío del que yo le hablo.
Hoy cuando estamos inmerso en un holocausto como este que estamos viviendo del Covid-19, donde buscamos más respuestas que no hallamos de los sabios de nuestro mundo donde cada día surgen más preguntas y las respuestas como que carecen del valor de la verdad, nos dicen una cosa pero resulta otra y esto hay que decirlo, es cuando valoramos el verdadero sentido que tiene la vida y es cuando nos damos cuenta que lo que es imposible para el hombre es posible para Dios.
Otra verdad que encontramos es que sin Dios no somos nada, es el único que tiene valor en estos momentos angustiantes y es cuando nos preguntamos ¿Estamos viviendo en un mundo equivocado?
Si en unos momentos como estos que estamos viviendo será que todo como lo hemos vivido carece en gran parte de un verdadero valor, ¿La esencia básica para donde va el mundo es la correcta? O ¿Así como va, irá hacia un abismo? Esto de los coronavirus no es de ahora, vienen desde hace mucho tiempo, este ha sido el más letal para la humanidad.
La auto- destrucción es el camino correcto por el afán de ser el más poderoso y en ese sentido han hecho de la avaricia, de la codicia un sistema de vida para todos, porque los que nos mueve a ellos y a nosotros es eso, ellos en nombre del pueblo y en el nuestro, la familia, cuando debería ser el amor.
Son cosas que no se ven pero están ahí al frente de nuestros ojos; si existiera amor entre los hombres nada de esto estuviera sucediendo y los que los moviera realmente fuera el amor, ese es el mejor sistema de vida tenemos que comprender que somos seres espirituales que nos transportamos en este mundo en cuerpos materiales que lo nuestro es espiritual, que cuando dejamos este cuerpo volvemos a ser los que somos y que el alma es nuestra hoja de vida aquí en la tierra, están registrados todos nuestros actos y acciones en este cuerpo material, de ellos tenemos que dar cuenta un día. Para que tantas riquezas en la tierra, si el estar en esa ansiedad, se nos olvida lo primordial brindarle amor a los que amamos, disfrutar de la vida en paz, por eso dijo nuestro Señor Jesucristo: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan, sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen y donde ladrones no minan ni hurtan”.
La riqueza de que te sirve cuando te visita la muerte o una enfermedad terminal alargar más la angustia y la zozobra, lo único que tenemos en la vida seguro son dos caminos: uno, que lleva a la vida eterna que es nuestro Señor Jesucristo, que nos conduce a tener morada en el Reino de los Cielos y otro que es el camino de la condenación, que nos lleva al lago de fuego y azufre a perecer con satanás y sus ángeles caídos. Hacer riquezas en el Reino de los Cielos para que tenga una morada eterna más hermosa mil veces que la que tiene aquí en la tierra.