Este 12 de agosto se cumplen 13 años del fallecimiento del sociólogo barranquillero, creador del método de la Investigación Acción Participativa –IAP– y constituyente de 1991, Orlando Fals Borda.
De su coherente vida y vigente obra se puede recuperar para hacer una devolución lo más sintética posible la primera monografía sociológica en Colombia en 1953 que tituló ‘Campesino de los Andes’ como su tesis doctoral en la Universidad de la Florida.
Su trabajo de maestría en la Universidad de Minnesota ‘La tierra y el hombre en Boyacá’ contiene una propuesta de reforma agraria que implementó a partir de 1957 como viceministro de Agricultura en el gobierno del Frente Nacional de Alberto Lleras Camargo. Es el padre también de la Acción Comunal, al crear en 1958 de la primera Junta Comunal de Vecinos para construir la escuela de la vereda de Saucío en el municipio de Chocontá, en el departamento de Cundinamarca.
En 1959 funda con el sacerdote sociólogo Camilo Torres Restrepo, la primera carrera profesional de Sociología en Colombia, después de Venezuela, Argentina, México y Chile. En 1962 publica con German Guzmán y Eduardo Umaña Luna, los resultados de una investigación que impactó toda la opinión colombiana: ‘La Violencia en Colombia’.
Desde entonces, el libro abre una línea de investigación a nivel nacional y territorial para estudiar el conflicto interno en los últimos 60 años que fue denominada violentología. Para 1968 presenta la publicación que tituló ‘La Subversión en Colombia: El cambio social en la historia’ que de alguna manera es complementario al texto de 1962.
En 1977 promueve en Cartagena de Indias un Simposio Mundial de la ‘Investigación crítica y política en las ciencias sociales’. En el evento presentó una ponencia que tituló ‘El problema de cómo investigar la realidad para transformarla por la praxis’, en donde sienta las bases de la IAP.
Entre 1979 y 1984 adelanta un prolongado e intenso trabajo de campo con el nuevo método y técnicas de la IAP que denomina ‘Historia doble de la Costa’, compuesta por cuatro tomos. El primero lo tituló ‘Mompox y Loba’, el segundo ‘El presidente Nieto’ en donde redescubre el único presidente afro que ha tenido Colombia en toda su vida republicana; el tercero ‘Resistencia en el San Jorge’ y el cuarto ‘Retorno a la tierra’ que recupera las luchas campesinas en el departamento de Córdoba.
Es elegido constituyente y participa con toda dedicación en la elaboración de la Constitución Política de Colombia promulgada en 1991. Entre los muchos temas que propuso, destacándose que fueron aprobados.
El primero derivado de su práctica desde 1970, la concepción y los instrumentos para que Colombia pasara de una democracia de representación a una democracia de participación. La segunda, tiene que ver con un nuevo modelo de ordenamiento territorial para el país descentralizado fundamentado en la creación de regiones, provincias y entidades territoriales indígenas autónomas.
Veinte años después del Simposio de 1977, organiza de nuevo en Cartagena el octavo Congreso Mundial de la IAP. El más grande en cantidad y calidad en Colombia, América Latina y el Caribe con la asistencia de representantes de 60 países y más de 1.800 delegaciones de escuelas de la investigación participativa a nivel internacional. Fue la ocasión para consolidar en convergencias la IAP que se estaba aplicando en más de 2.600 universidades del mundo.
En el 2000 retorna a la Universidad Nacional, se dedica consolidar su obra de más de 152 trabajos publicados, con especial énfasis en la dimensión política a partir de los pueblos originarios (indígenas, afros, raizales y gitanos) como fundamento de un nuevo orden social colombiano; a recibir premios como tres doctorados honoris causa y a participar en los últimos cuatro Congresos Mundiales de IAP en donde es reconocido como maestro mayor de esa metodología y de la construcción del Paradigma Holístico Alternativo.
Recientemente, la ley póstuma 2091 de 2021 “Exalta la memoria del sociólogo, intelectual, profesor e investigador social, doctor Orlando Fals Borda y lo reconoce como a un pensador colombiano que enorgullece a la nación”.
En la última entrevista que concedió al suscrito, (2007 https://www.youtube.com/watch?v=4yWcE1nnD_s), un año antes de morir, con motivo del lanzamiento de la Cátedra Latinoamericana Orlando Fals Borda, ratificó a quién le dejaba su testamento y de manera premonitoria señalaba quiénes eran los depositarios de su legado como si se estuviera adelantado a lo que estamos viviendo en la Colombia de hoy.
En esa ocasión afirmó: “El esfuerzo de reconstruir nuestra sociedad y el ethos de tolerancia y paz queda ahora en las manos y en los corazones de las nuevas generaciones que veo más apta, liberadas, informadas e imaginativas que la mía. Las guerras, la intolerancia, la estulticia gobernante deben terminar en esas buenas manos. Según mis orígenes presbiterianos de la Arenosa, parece que tendré licencia de seguimiento de estos reclamos y de la contradictoria vida terrenal, desde el sitio del otro mundo que el hado me asigne.
Tengan la seguridad, de que me seguiré examinando y examinando a los demás para que los colombianos lleguemos por fin a ganar la paz con justicia y prosperidad general, que nos merecemos por lo menos desde la misteriosa llegada de Bochita a estos trópicos. No sigamos siendo los “dejaos” del paseo de la historia”.