“Todos quieren gozar así, parrandeando con mis canciones; las ofertas van por montones, todos me ofrecen pa’no cumplir”. Imposible iniciar esta crónica sin recordar ‘El negativo’, canción grabada por ‘Los Betos’ en 1983, para ratificar que Leandro Díaz fue genio y figura hasta la sepultura y protegió sabiamente sus derechos sobre muchas de sus obras con su huella indeleble muy a pesar de la oscuridad en que vivió mientras daba luz y lustre a la música vallenata.
Desde tiempos pretéritos se ha hablado en el mundo vallenato de los famosos ‘robos consentidos’ de canciones y otras veces sin consentimiento por parte de algunos compositores avispados a sus colegas, las historias van desde la grabación de Guillermo Buitrago de ‘La gota fría’ como de su autoría con el nombre de ‘Qué criterio’ hasta la grabación de Los hermanos Zuleta de la canción ‘Emma González’ a nombre de ‘Poncho’ Zuleta haciéndole triquiñuela a su verdadero compositor que es Julio Oñate Martínez. De esas melódicas brincadas Leandro Díaz no pudo escapar porque Abel Antonio Villa quedó registrado hasta su partida como autor de ‘La loba ceniza’ la cual rebautizó como ‘La camaleona’, éxito grabado en 1971 por Alfredo Gutiérrez quien la incluyó en el LP ‘El envenenao’ y su verdadero autor quedó cenizo y con las manos vacías.
Como el gato que sube una estufa caliente no sube otra ni si está helada, el genio hatonuevero tuvo la precaución de marcar la mayoría de las canciones que compuso, para muestra tenemos diez botones; son canciones en las cuales él con rima y melodía al principio o al final, una y hasta tres veces hizo mención de su nombre.
Comencemos con ‘Los Tocaimeros’ grabada por Jorge Oñate y ‘Colacho’ en 1975 como ‘La trampa’, en ella dice así: “De paso llegué a donde Teotiste cuando salí parrandeando, y si ve a Pedro Julio le dice que Leandro lo vino buscando”, una estrofa después dice esto: “La lengua de Leandro en la noche canta alegría con la gracia Juanita Baquero con López la vieja Mengracia en su casa” y le colocó la cereza al postre así: “Paso la vida en la sierra cantando con buena fortuna tiene Tocaimo una viuda que Leandro se muere por ella”.
En la que se considera su obra más popular ‘Matildelina’ en su muy sublime relato describiendo su admiración por la agraciada dama y que también llevaba implícita una pulla para el viejo Emiliano dijo lo siguiente: “Este paseo es de Leandro Díaz, pero parece de ‘Emilianito’, tiene los versos bien chiquiticos y bajiticos de melodía”.
En la canción ‘No me consuela nadie’ que grabaron los Playoneros del Cesar y también Héctor y Adanies le colocó así el antirrobo a su canción: “Simón Salas le sacó un son a ‘Elvirita’, y Escalona le hizo un paseo a Marina, ‘Emilianito’ le cantó a su Carmen Diaz y Julio Suárez le hizo a ‘Chavelita’ y Leandro Diaz le hizo a Cecilia una que vive en Urumita”, finalmente dijo lapidariamente que “Leandro Diaz deja de llorar y suspirar el día que muera”.
En el LP ‘Los dos amigos’ la primera producción de ‘Colacho’ con Oñate que salió el 27 de noviembre de 1975 en la misma que vino ‘La trampa’ incluyeron otra canción del ciego que veía con los ojos del alma, ‘Morenita’, en ella como en las que hemos mencionado también dejó el epónimo hijo de hatonuevo su huella indeleble porque dijo lo siguiente: “Consolarme negra, ven por Dios, que me muero vida mía, después si se muere Leandro Diaz se acaba el cariño de los dos”, más adelante le da el pincelazo final diciéndole “Morenita vida mía, Leandro Diaz te brinda dicha”..
En el año 1978 grabaron Diomedes y ‘Colacho’ su primer trabajo discográfico que titularon ‘Dos grandes’ en el mismo incluyeron la canción de Leandro titulada ‘Mi memoria’, en la misma también incluyó el prolífico cantor su rúbrica de protección de sus derechos, no solo una sino tres veces así en la segunda estrofa: “Un reír de la naturaleza a pesar que mi vista es perdida Leandro Diaz conserva inteligencia” , en la tercera estrofa volvió a la carga “Oigo decir que en el mundo hay aurora clara y bella sin comparación, Leandro Diaz con su imaginación sabe amar y querer su memoria”, y por si acaso, la refrendó también en la cuarta estrofa de ese disco que curiosamente tiene seis, dijo así: “Un don de gracia nació con mi vida Leandro cuenta goces naturales, a pesar que mi vista es perdida a mi Dios no tengo que desearle”.
En la canción ‘Cultivo de penas’ que le grabó Alfredo Gutiérrez en 1972 en el LP ‘Diosa Coronada’, título que es de otra de su inspiración dijo esto para que su autoría no quedara en dudas: “Desde diciembre como de costumbre a recorrer fortuna yo cogí un camino, me toco subir a una cumbre donde había un terreno lindo, Leandro dijo aquí cultivo aunque la pena me arrulle”.
En el año 1976 Jorge Oñate y ‘Colacho’ Mendoza dieron a conocer su segundo álbum titulado ‘Campesino parrandero’, incluyeron ‘Yo comprendo’ de Leandro en la cual dice que “Escuchen este gran talento que nació de Leandro Diaz” y protocoliza su obra para terminar diciendo “He venido solo a cantar estas dos palabras de inteligencia, Leandro Diaz no ha tenido a menos decir las cosas que nos sucedan, no me importa que don fulano me haga un desprecio por su moneda, no sabemos si por engaño o mal destino puede llegar a la peor tristeza”.
En la Canción titulada ‘Corina’ que le grabaron su hijo Ivo y ‘Colacho’ Mendoza y después Silvestre Dangond dijo esto: “Yo vivía sufriendo por ella, pero ella por mí no sufría, ojalá que ella me quisiera para no sufrir de agonía, y como la encuentro retraída por eso se va Leandro Diaz”.
Hoy no tengo duda alguna para reiterar lo que siempre hemos manifestado, que Leandro Díaz fue y será por siempre nuestro otro Nobel de Literatura, y lejos, el mejor compositor que ha tenido la música vallenata