Estuve todo el 2022 fuera del país, recorriendo territorios que me dejaron muchos aprendizajes entre ellos el de la importancia del viento, el acercamiento al tema de energías y el liderazgo de las mujeres indígenas en la defensa de sus territorios ancestrales.
A mi regreso a Colombia fui invitada al Foro La Guajira presente y futuro energético del país organizado por la Mesa Andi Mas La Guajira, en el cual, pude escuchar voces de lideres y lideresas, directivos y expertos/expertas en el tema, fue un espacio de mucho contenido y aprendizajes por el cual, exalto la labor del gerente de la Mesa Luis Guillermo Baquero y su equipo de trabajo.
sin embargo, voy a concentrar esta reflexión en algo que ayer retumbó en el auditorio, la fuerza de los liderazgos femeninos y su rol de defensoras del territorio, del planeta y de su historia, las lideresas regalaron una cátedra de sabiduría insistieron con sensatez y carácter que los procesos de transiciones energéticas y cualquier proceso en nuestro departamento se debe hacer con el protagonismo y gran aporte de las mujeres, esto es algo que por años el machismo ha impedido, pero que se hace urgente y cada vez reclama más espacios de inclusión real, participaciones con garantías y liderazgos libres, seguros y con identidad.
De este modo, es importante mencionar que para el caso específico de las mujeres wayuú sus acciones desde la relación (Cuerpo – territorio) son fundamentales para la preservación de la cultura y la defensa de los derechos humanos, de manera integral. Por ello, han surgido organizaciones que platean reflexiones criticas respecto a la presencia de compañías o multinacionales en el territorio de La Guajira, que más allá de auto-declararse socialmente responsables también pueden generar impactos negativos para el desarrollo integral del mismo, pues no existen intervenciones perfectas y en ese sentido, siempre será fundamental la participación de las mujeres.
Las mujeres cuidadoras de su territorio son fundamentales en todos los procesos, porque es claro que muchas veces, algunas compañías que han hecho presencia en el departamento de La Guajira, llegan al territorio con una narrativa de aportar – “desarrollo” – desde una visión capitalista (no indígena, no afro) considerando que sus programas son la “solución” a las complejas problemáticas del territorio; los cuales, presentan como procesos genuinos de responsabilidad social, pero es importante tener en cuenta que más allá de estas respuestas a las necesidades básicas insatisfechas (hambre, sed y pobreza extrema en general) también se pueden generar conflictos internos en las comunidades, procesos de consultas previas sectorizados y excluyentes, monetización de los procesos, extractivismo académico y por ende hibridación de los principios culturales a cambio de ganancias materiales, por lo cual, inevitablemente se alteran también los territorios sagrados.
Las Mujeres son amigas del viento
En el proceso de transición y auge energético las mujeres son fundamentales porque son las defensoras del territorio, quienes tejen diálogos, conciliaciones y esperanzas para las comunidades, estos procesos no deben darse sin ellas y sin respetar lo sagrado del viento y la importancia de lo espiritual en la cosmovisión indígena, de ahí es que se debe partir e integrar visiones y realizar procesos que no tengan impactos buenos por un lado y dañinos en el relacionamiento de las comunidades, es importante transitar hacia escenarios de equidad e igualdad de derechos para todos y todas, de manera muy especial, para quienes por años han sufrido lo adverso de la pobreza extrema.
Fuerza indígena, mujeres y vientos
La mirada a la espiritualidad del viento desde la cosmovisión indígena y específicamente de las mujeres y lideresas wayuú, cobra sentido si se realiza desde sus voces y se guarda la esencia que ellas viven frente al viento, por ello, se presenta un resumen de las memorias del encuentro de amigas del viento, organizado por el colectivo de Mujeres de fuerza Wayuú y Oxfam en el año 2022, se realizaron entrevistas y encuentros con algunas de las participantes y se tomaron apartes de la ponencia titulada dicho espacio, titulada “El viento como ser espiritual”, del cual, fue panelista: Luis Fuenmayor.
El punto de partida es que el viento para los y las indígenas es de valor espiritual, tiene connotaciones ancestrales y un poder infinito, no es un tema de actualidad por lo de los parques eólicos, es un recurso de tipo espiritual que atraviesa todos los aspectos de sus dinámicas de vida.
En este sentido, es importante mencionar que se retoman las reflexiones de Luis Fuenmayor quien aclara que Joutai es hijo de Palaa lo que significa quees un ser espiritual perteneciente al orden de familiaridad ancestral, Jou- ojo / tai piel / quien tiene su mirada siempre sobre nosotros.
De este modo, el viento es fundamental para la vida y para la muerte, si hay algo sagrado para los wayuú es la muerte, morir consiste cuando se termina el viento en el cuerpo, cuando el viento se va, el alma parte del cuerpo. Por ello, existen varios tipos de viento y se pueden categorizar desde su posición geográfica: Uchijeekuai, Palaajekauin, Waopujekuaai, Wuimpujekua.
Asimismo, cada viento tiene características particulares que permiten el equilibrio entre un viento y otro, el que viene de chupuna es buena lluvia, el que viene de palaa o de jepirra puede enfermar, trae enfermedades, el viento Pichikua- nos recuerda que vivimos en una constante confrontación de los vientos.
Las mujeres amigas del viento, consideran que, “Conocer el rol y la importancia de los vientos es fundamental para planeación del ordenamiento territorial, por ejemplo ningún Wayuu construyen su casa por donde pasa el viento, las casas se construyen de manera vertical para que el viento pase libremente, no se evita al viento el puede pasar por las casas, impregnar la cotidianidad”.
Según Luis Fuenmayor, ponente en el encuentro con las amigas del viento y a quienes las mujeres wayuú del colectivo (amigas del viento) reconocen como un joven con consciencia de género y respetuoso de los derechos de las mujeres.
El afirmó, inspirado en conocimiento ancestral de los wayuú que existen diferentes tipos de vientos:
Wawai: el viento de tormenta. Siempre que llega la tormenta las personas deben abrir sus puertas para que pase libre. Wawai vive en una constante rivalidad entre juya. Por eso vienen tormentas con la lluvia.
Merkatshi: el viento fresco
Maitshi: es suave no se siente
Jojotshi: sereno, normalmente llega en las madrugadas.
Wa´ale : es una brisa alta. Abajo no ventea pero avisa que vendrán otros vientos
En Jojoshi no se siembra porque es frio y trae un sol muy fuerte lo que hace que las semillas no florezcan si no que se secan
En Merakashi, se puede preparar la huerta para sembrar.
Epichikua anuncia una buena lluvia.
Los vientos anuncian los tiempos de pesca, lluvia, siembra, corte leña. Son puntos de referencia para cada actividad económica. Guían el calendario sociocultural-económico del pueblo wayúu.
De este modo, los y las wayuú consideran que están llamados al Kojutaa, que es el respeto entre humanos y seres espirituales. Cuando a los mayores o mayoras se les pregunta porque no llueve como antes, muchos contestan es que el akuaipa está cambiando. Ya no hay yonna, kaulayawaa y eso está rompiendo el equilibrio.
Cosmovisión matrilineal –cuerpo territorio
De este modo, es importante hacer referencia al rol matrilineal, paralelo este también al machismo que se presenta en una cultura ampliamente representativa como la wayuú, donde la mujer desarrolla roles de liderazgo, pero también debe enfrentar desafíos machistas; lo anterior, se refiere sin desconocer el poder que la mujer wayuú logra ejercer en su entorno por su rol matrilineal, lo cual, marca una diferencia con respecto a otras mujeres indígenas que tienen menos acceso a espacios de participación.
Como lo menciona, el palabrero Guillermo Jayariyu, en una entrevista realizada en mayo de 2020: “Diferente a los Alijunas que consideran que la mujer salió de una costilla del hombre, los Wayùu consideramos que salimos del vientre de las mujeres y, por eso, somos matrilineales y la mujer tiene un poder especial en nuestra cultura”
En este sentido, es pertinente mencionar algunos aspectos relevantes de la mujer wayuú que aportan a la reflexión planteada, como los expuestos por Román y Luis Delgado quienes refieren que, “Las mujeres respetan sus principios culturales como el cuidado de la familia, la maternidad garante del linaje y la estabilidad de la cultura, liderazgo y defensa del territorio como herederas del mismo; sin embargo, son notorios los cambios que se generan, por el acceso a la educación, el avance en temas de género y diversos estímulos que aportan a la mujer indígena o afro la motivación de transformar esquemas; por ello, las concepciones femeninas que, con anterioridad estaban basadas exclusivamente en la reproducción, se amplían a nuevos intereses desde la perspectiva de la garantía de derechos”.
La participación y el activismo de las mujeres (en la Guajira esto es notorio desde organizaciones sociales y el auge de movimientos con enfoque étnico y diferencial) demuestran los cambios que se han generado en términos de las aperturas que las mujeres han logrado en ámbitos públicos/comunitarios.
A esto hay que prestarle atención, al valor espiritual del viento y los impactos que viva la comunidad wayuú con las intervenciones energéticas que se realizan en el departamento de La Guajira.