A la crisis que está viviendo La Guajira por todos los acontecimientos negativos que han hecho mella y la han puesto en el ojo del huracán de la opinión pública nacional, donde los órganos de control en especial la Fiscalía General de la Nación que con tal de dar resultados ha iniciado las pesquisas de las irregularidades que se han cometido contra el erario, pero también como es de esperar los show mediáticos, se suma la polarización alarmante con relación a las elecciones ocurridas el pasado 27 de octubre.
Las redes sociales se han convertido en el acicálate de la justicia personal de cada uno de los guajiros, y algunos periodistas oriundos de esta tierra aprovechan cualquier circunstancia para prejuzgar y juzgar a los dirigentes de la península como si ellos fueran la propia justicia, claro muchos de ellos toman revancha de cualquier diferencia o desatención que algunos de estos dirigentes tuvo con ellos en el pasado, como quien dice le pasan la respectiva cuenta de cobro y el retrovisor lo utilizan como panorámico de la situación que el dirigente en mención esté pasando en el momento presente.
Y después nos quejamos de que la gran prensa nacional nos la tiene montada y nos estigmatiza como si fuéramos la caca de Colombia, pero es que nosotros le entregamos los insumos para tales afrentas que los periodistas lanudos nos inculcan en el día a día.
Los otros rounds que se viven a diario a través de las redes sociales son por circunstancias de la política en diferentes municipios de lo ocurrido en el reciente pasado electoral, en especial en los municipios de Manaure, Urumita y Villanueva. Allí los de la otra orilla tiran y lanzan oprobios y odios contra todo lo que se atraviese, expresando que son los corruptos y ellos los impolutos que no han quebrado un plato en la política municipal convirtiendo en el silogismo perfecto de dos mentiras en una verdad.
En algunos casos expresan intentos de fraudes, cuando ellos manejan la Registraduría en asocio con la Personería, que debería brindar las garantías, pero en este caso se encuentra parcializada para el caso específico de Villanueva a su acomodo y hacen show mediático por las redes. ¡Qué horror!
En estos momentos de crisis donde la noche es más oscura, se necesita de sindéresis y ecuanimidad y ante todo experiencia para manejar y enfrentar la situación actual que se está viviendo en algunos municipios de nuestro Departamento. No podemos improvisar, sería letal para el futuro del Departamento. Con todo el respeto que se merecen los que han ganado y los que han perdido en estas justas de la democracia, debemos atemperar los ánimos para consolidar los propósitos comunes que afectan de una manera o de otra a nuestra guajira.
Es bueno aclarar que este columnista no tiene nada en contra de nadie en particular, como columnista de opinión lo que siempre he buscado es un mejor porvenir para mi tierra, en la otra orilla tengo buenos amigos, a los que admiro y que también he defendido en el pasado, cuando las circunstancias lo han ameritado. Esta polarización que se vive especialmente a través de las redes sociales no es conveniente y muchos menos ayuda a salir de la crisis, sino a aumentarla y la luz al final del túnel no se ve cerca, sino que cada día aumenta en nubarrones de desdicha y amargura y por ahí no es el camino.
Como están las cosas en muchos de estos municipios, la polarización seguirá si las autoridades electorales no actúan de manera transparente y de acuerdo a los términos legales que la ley da como garantía. Porque si Registraduría y Personería se amangüalan para negar de manera absurda los recursos interpuestos como es por ejemplo el reconteo de votos en las urnas, entonces esas credenciales si se entregan de esa manera están viciadas en forma y fondo y la polarización seguirá, lo que no es conveniente para el desarrollo armónico de esos municipios en mención.