Me preguntaba en días pasados un estudiante universitario ¿cómo se acabaría la corrupción en La Guajira?, yo le respondía que, acabarla era muy difícil y que la corrupción no es solo en nuestro Departamento, sino en todo el país.
Pero también le comentaba que se podría disminuir si la atacáramos con políticas públicas bien fundamentadas y cimentadas, en especial en lo que tiene que ver con la contratación pública, además de que los órganos de control se le aplicaran también frenos para que se volvieran incorruptibles, pero ante todo el ciudadano debe elegir buenos gobernantes que se hayan destacado en su vida pública o privada como probos, rectos en sus procederes y muy transparentes en sus actuares.
Este tema de la corrupción es bastante espinoso. De acuerdo al informe de organismos internacionales que califican la corrupción a nivel mundial, Colombia ocupa el puesto deshonroso 99, como uno de los países más corruptos del mundo, dentro de 180 países. De acuerdo a esta calificación, en laque nuestro país sacó un 36/100, identificando dos focos importantes, como es la contratación pública y el soborno de los empresarios del país. De acuerdo a este informe el 96% de los empresarios encuestados afirmaron que tuvieron que utilizar sobornos para asegurar los contratos.
Una frase que nos hace recordar al expresidente Julio Cesar Turbay Ayala, cobra vigencia. “Hay que disminuir la corrupción a sus justas proporciones”. Lo que no ha ocurrido, porque los corruptos se han llevado alrededor de 50 billones de pesos, en especial de los casos más sonados de corrupción en el país como:Refricar, Saludcoop, Odebrecht, caso de Samuel Moreno y los Nule, regalías, entre otros.
Por ello, una de sus promesas en campañas del presidente Iván Duque, la acaba de cumplir con el Decreto 342, del 5 de marzo pasado, por la cual se le pone freno a la contratación pública a nivel nacional, departamental y municipal y que a partir del 1 de abril toda licitación debe aplicarse Pliego Tipo, reemplazando el Pliego Sastre es decir, se acaban los contratantes únicos que recibían pagos de favores por sus aportes a las campañas nacionales, departamentales y municipales.
Sobre este decreto ha surgido la inquietud que una vez entra en vigencia se afecta la autonomía de las regiones. Controversia que de seguro originará las demandas del caso.
Pero se preguntarán mis lectores, ¿qué tiene que ver el título de esta columna con el desarrollo de la misma?, ‘facilito’, en el primer párrafo, está parte de la respuesta. Para elegir buenos gobernantes, la tendencia de los candidatos es clave en su elección y en su escogencia. La tendencia es el desarrollo de la personalidad y de las actuaciones de las personas en su vida pública y privada.
Si los electores analizaran más la tendencia de los candidatos a las diferentes corporaciones públicas, se cometerían menos equivocaciones. Me explico, un candidato que haya tenido una tendencia desordenada, sin escrúpulos, pícaro en sus actuaciones, jugador taimado, inserio, mentiroso, que siempre haya estado metido en embrollos, populista, ambicioso de dinero, entre otros, así será su comportamiento cuando llegue a ocupar la posición de gobernador, alcalde, diputado, concejal, senador o representante. Casos en La Guajira se han visto y enumerarlos no vale la pena. El público y la opinión pública conocen de estos temas.
Pero si miramos también la tendencia de esos candidatos, que en su vida han sido serios, responsables, transparentes, temerosos o miedosos en la toma de decisiones, estudiosos, con gran sentido social y sentido de pertenencia, ordenados, ajenos a embrollos de cualquier naturaleza, rectos en sus procederes, entre otros, téngalo por seguro que, cuando ocupen un cargo de elección popular, su tendencia no cambiará, al contrario, la reafirmará en sus actuaciones públicas.
Sobre esta afirmación de candidatos con estas tendencias que han llegado a la vida pública, no han cambiado, al contrario han mantenido esa tendencia que desarrollaron en su personalidad. Enumerarlos tampoco lo voy a hacer, pero el público y la opinión guajira conocen quienes han hecho de manera correcta su desempeño como funcionario público o privado. Esta es una reflexión que la envío a la opinión pública para que analicemos bien a la hora de apoyar a determinado candidato y no nos equivoquemos y nos lamentemos más tarde.