La bandera nacional, amarillo, azul y rojo es la que nos representa a los colombianos, no la del grupo guerrillero M-19
de color azul, blanco y rojo. Fue una falta de respeto del presidente Petro sustituir la bandera de Colombia por la del M-19 en el acto oficial de condecoración con la Cruz de Boyacá al expresidente José “Pepe” Mujica del Uruguay. Al presidente hay que recordarle que representa a la nación colombiana, no al grupo subversivo del que hizo parte, y que los nacionales de Colombia somos ciudadanos colombianos, no guerrilleros.
El presidente Petro actuó como si no se hubiera desmovilizado como guerrillero, mientras que ‘Pepe’ Mujica al negarse a exhibirse con la bandera del M-19 mostró una actitud de demócrata, como queriendo decir con su
gesto “no quiero recordar mi pasado guerrillero”. El expresidente Mujica hizo parte del grupo guerrillero ‘Tupamaros’.
La bandera nacional simboliza el patriotismo del pueblo colombiano por su nación. El presidente de la República simboliza la unidad nacional y debe respetar la bandera, el escudo y el himno nacional que son símbolos patrios de Colombia. En el acto protocolar de Montevideo se debía entregar la bandera de Colombia por ser un acto oficial del Estado, donde el Gobierno de Colombia entregaría la Cruz de Boyacá al expresidente ‘Pepe’ Mujica, máxima distinción civil que se confiere a un ciudadano, sin importar quién es el presidente de turno. No era un acto de Petro a título personal ni de él como exintegrante del M-19.
El acto no pudo ser más vergonzante de lo que el mundo presenció, pues nada más y nada menos que el presidente Petro con su proceder ofendió la dignidad de Colombia representada en su bandera nacional. Reprochable esa actitud del señor presidente que no parecía la del mandatario de Colombia sino del M-19. Si el Estado colombiano rendía honor al expresidente Mujica obviamente el estandarte que debía entregarse era el nacional, no la bandera del M-19.
Qué vergüenza pasó el país por cuenta de ese bochornoso acto oficial del presidente Petro, quien no actuó como correspondía a la alta dignidad del cargo que ostenta para representarnos a los colombianos, sino como si
fuese todavía un militante activo del M-19. La bandera de Colombia es un símbolo patrio sagrado, y merece respeto. Usted señor presidente no puede andar por el mundo entregando una bandera que no nos identifica como nación. Recuerde que juró respetar la Constitución y las leyes, y al ignorar la bandera nacional como símbolo patrio pisotea la dignidad de un pueblo soberano, y viola la Constitución de Colombia que le impone el más alto deber de preservar la unidad nacional, representada en usted y por esa bandera.
Nada hay más arraigado en el alma de un pueblo que su bandera. La bandera nacional representa la historia, luchas,
dignidad, cultura y nacionalismo de una nación. Es tan grande el valor patriótico que tiene la bandera que el art. 461 del Código Penal tipifica como delito “el ultraje a emblemas o símbolos patrios”. El presidente cometió ese delito
cuando en un acto oficial ignoró nuestra bandera para en su lugar exhibir la del M-19, deshonrando la dignidad de la patria.
La bandera está presente en los acontecimientos más importantes de la vida nacional como fiestas patrias, eventos deportivos, ceremonias oficiales, desfiles militares, actos cívicos. La bandera desfila en la inauguración de los
juegos olímpicos. Los barcos y aeronaves nacionales llevan bandera colombiana. La selección colombiana de futbol de fútbol usa los colores nacionales en su uniforme. Cuando un deportista colombiano triunfa se iza el pabellón nacional en honor al país. Nuestros campeones mundiales se arropan con el tricolor nacional. La bandera es un referente sociológico de nuestra nacionalidad colombiana y en ningún evento oficial de Colombia se debe reemplazar el pabellón amarillo, azul y rojo por otra bandera distinta a la colombiana.
¿Qué pretendía Petro con la entrega de la bandera del M -19, acaso reivindicar a ese grupo, y de qué lo iba a reivindicar? El M-19 fue un grupo terrorista que se caracterizó por su violencia contra la sociedad; que secuestró
y mató a miles de colombianos; asaltó y asesinó a los Magistrados del Palacio de justicia en 1985. Lo hecho por el M-19 no se puede magnificar ni poner como ejemplo de la lucha armada contra la democracia, gracias a
la cual Mujica y Petro ganaron las elecciones en paz, cuando decidieron entrar a la vida pacífica y civil. ¿Reivindicar al M-19 de qué? de los crímenes cometidos, de la violencia, la extorsión y la muerte que es lo único que tienen
para mostrar en su cruenta historia.
‘Pepe’ Mujica no se prestó para el juego odioso de Petro, que era mostrarlo a él – un expresidente de izquierda, pero demócrata – exhibiéndose con la bandera de un grupo criminal que desestabilizó la democracia colombiana.