Las personas cuyo recuerdo guardamos en la memoria, tarde o temprano regresan tal como las conocimos. Muchas veces se nos presentan en plena juventud, aunque la vida real los haya cambiado en su aspecto físico. En el caso de Harry Belafonte, su estampa de cuando era cantante exitoso —hace más de cincuenta años— siempre la relacioné con otros actores negros como Sammy Davis, Sidney Poitier y los vigentes Samuel Jackson, Forest Whitaker, Cuba Gooding Jr. y Denzel Washington, para no referirme al más veterano de todos: Morgan Freeman. Tal vez la relación que establezco entre ellos se deba a sus posiciones de rebeldía, al negarse a representar papeles humillantes para los negros. En esa actitud reivindicativa de su raza se destacó siempre Harry Belafonte.
El cantante nació en Nueva York el 1 de marzo de 1927. Su nombre de pila era Harold George Belafonte Jr. Fue uno más de tantos personajes que se elevaron desde Harlem hasta lograr la gloria gracias a su talento para la música y la actuación. Debutó en Broadway en el musical ‘El almanaque de John Murray Anderson’ en 1953, por el que ganó un Premio Tony como actor de reparto. En 1959 rechazó un papel importante en el famoso musical ‘Porgy and Bess’, pues lo consideró degradante para su raza.
Para convertirse en cantante, Belafonte buscó material en los archivos de canciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Ese trabajo, lanzado en 1956, encabezó las listas de Billboard y fue el primer álbum de un solista en vender más de un millón de copias en Estados Unidos. Definitivamente, el cantante logró romper las barreras raciales en su país y fue el primer negro a quien se le permitió actuar en lugares exclusivos. Fue una de las mayores estrellas del pop afroestadounidense.Recibió el apodo de ‘Rey del calipso’ después del éxito revolucionario de ‘The banana boat song’, (‘Day-0’). También se convirtió en estrella de cine al actuar en la adaptación cinematográfica del musical de Broadway ‘Carmen Jones’. Pero Belafonte, al mismo tiempo que sobresale por su éxito como cantante, deja su huella en la sociedad estadounidense por su marcada actividad en favor de los derechos civiles de los negros. La siguiente frase nos es bastante ilustrativa: “El activismo de Belafonte nació de su experiencia de crecer como hijo de una madre pobre que trabajaba como empleada doméstica”.
En alguna ocasión, Harry Belafonte afirmó: “A menudo respondo consultas en las que me preguntan: ‘¿Cuándo, como artista, decidiste convertirte en activista?’. Mi respuesta es que fui activista antes de convertirme en artista. Ambos se sirven mutuamente, pero el activismo es lo primero”. Recibió críticas por llamar al presidente George W. Bush “el mayor terrorista del mundo” por liderar una invasión a Iraq.
En el noticiero CNN escuchamos la siguiente opinión: “Belafonte nunca perdió su corazón rebelde. Bendecido con apariencia, riqueza y fama, podría haberse contentado con ser el Rey del calipso. Pero tomó otra decisión. Hizo sus mayores contribuciones fuera del escenario.” Es una alusión directa a la posición política de Belafonte, quien vio el movimiento por los derechos civiles como una lucha global. Para tal efecto, dirigió una campaña contra el apartheid en Sudáfrica y se hizo amigo de Nelson Mandela. Movilizó apoyo para la lucha contra el sida y se convirtió en embajador de buena voluntad de Unicef. También se le ocurrió a Belafonte la idea de grabar la exitosa canción ‘We are the world’ en 1985. Para ello logró reunir a una constelación de estrellas del pop y el rock, incluidos Bob Dylan, Michael Jackson, Stevie Wonder, Ray Charles, Bruce Springsteen y Diana Rosscon el fin de recaudar dinero para aliviar la hambruna en África.
En su compromiso con las causas sociales Harry Belafonte sostuvo estrechas relaciones con el reverendo Martin Luther King Jr.; discutían estrategias para la seguridad personal del líder, siempre expuesto a presiones y atentados mortales. En el aspecto económico, el cantante también estuvo dispuesto a socorrer a King y a su familia.
Con las palabras del actual alcalde de Nueva York, Eric Adams, cerramos esta reseña sobre el músico recientemente fallecido: “Harry Belafonte no solo dijo la verdad al poder; la gritó, la cantó, hizo que la gente escuchara esa verdad. Este gran hijo de Harlem deja un legado en las artes y los derechos civiles que ha cambiado el mundo para bien”. Harry Belafonte falleció el 25 de abril del 2023 en su residencia de Manhattan, Nueva York. Una insuficiencia cardíaca puso fin a sus días.