Hemos aprendido que ordenar y distribuir las partes que componen un todo es lo que se llama estructura. Se hace necesario de nuestra parte el conocimiento de lo que nos valemos para darnos a conocer, usando siempre palabras, frases u oraciones que sean entendibles por parte del lector, teniendo idea clara de las cosas, comprendiéndola.
Aprendimos también que sujeto es función oracional que desempeña un sustantivo, de allí que se debe tener sumo cuidado cuando se hace uso de este vocablo, sobre todo cuando este es sinónimo. Se hace necesario tener idea clara de las cosas. Otro aspecto importante por parte de un escritor es conocer el origen de las palabras, razón de su existencia, significado y forma.
A alguien se le ocurrió afirmar, que si hay algo difícil es escribir, es decir, fijar con claridad el significado de una palabra o la naturaleza de una cosa.
Otro cuidado que debe tener un escritor es la simetría, es decir la proporción adecuada entre las partes de un todo entre sí y con el todo mismo.
Siempre que se le ocurra pensar en escribir un tema cualquiera procure con antelación escoger los términos que utilizara en la redacción del escrito acompañado del significado de cada vocablo castizo.
El sano propósito de un buen escritor es darse a entender cuando escribe.
Un exalumno dentro de sus frases de elogios para con mi estilo me decía, que yo escribía enseñando. Un buen lector es la persona que obedeciendo a “Técnicas de la Comunicación” hace las tres lecturas a cualquier escrito que haya tenido a la vista con el fin de compenetrarse con su contenido.
No se disponga a escribir nada que sea desconocido por usted.
Si en realidad le interesa determinado tema que del todo no le es conocido, ponga un ejemplo y escoja las palabras que no comprende del todo. Busque en primer lugar el diccionario, su fiel compañero cuando escribe, trate de conseguir similitudes, parecidos y hasta diferencias.
Los temas de carácter científicos, literarios, filosóficos y técnicos deben ser tratados con sumo cuidado.
La incertidumbre es mala compañera del escritor. Cada vez que utiliza una expresión, demuéstrele al lector que usted conoce el vocablo acompañado de su significado. Si el tema escogido por usted es de carácter histórico, cerciórese de la realidad sobre las fechas.
No se considere la enciclopedia andante, consiga el significado de cualquier vocablo que le proporcione duda. El diccionario está hecho para eso, para conseguir el significado de las palabras.
Unos consejos oportunos:
Lea con frecuencia.
Investigue el significado del vocablo desconocido.
Aclare la correcta escritura de cualquier término que ocasione incertidumbre.
Espero que cualquier estudiante de último año de secundaria nos sorprenda con un determinado tema que fácilmente se pueda comprobar que dicha temática es fruto de una serie investigación ortográfica y etimológica.
No sobra que usted conozca qué “tema” es proposición o texto que sirve de asunto a un discurso. Este mismo asunto. Porfía, obstinación, idea fía “Proposición”, acción y efecto de proponer. Unidad de sentido de estructura oracional, sin autonomía sintáctica que se une a otras por coordinación o subordinación para formar oraciones compuestas.
Palabra u oración que expresa un concepto completo “concepto”, idea que forma el entendimiento. Pensamiento expresado con palabras, opinión, juicio.
“Sintáctico”, relativo a la sintaxis.
“Sintaxis”, parte de la gramática que estudia la función de las palabras en la oración y el modo en que se relacionan entre sí para expresar conceptos.