Desde el punto de vista académico, en campo de las artes, patrimonio y cultura, las denominaciones de quienes se dedican a la música, pintura, escultura, teatro, diseño gráfico, industrial y de multimedia se asimilan a los grados de los oficios en el medioevo en tránsito a la modernidad: Aprendiz, oficial y maestro.
Al llegar a este último nivel, la persona a quien se confería ese título era el momento óptimo de entrenamiento y capacidades en una escuela de las artes que luego era refrendado por el público. En las Universidades, creadas en la edad media, las maestrías, que en algunas latitudes llaman magister, corresponden al nivel intermedio de postgrado entre una especialización y los doctorados.
En el Caribe oriental colombiano, el Magdalena Grande, la Provincia Vallenata y de Padilla, la familia Fernández fue la primera en obtener el grado de maestro en cabeza del músico con oído integral Manuel José, nacido en Fonseca en 1869 de padres españoles (Antonio María Fernández De la Madrid y María Concepción Frías De la Vega). Estudió entre 1909 y 1912 Dirección de Orquesta en el Instituto Musical de Cartagena (hoy Fundación Universitaria Escuela de Bellas Artes), creada por el presidente Rafael Núñez en 1889 y dirigida por cinco maestros italianos. Uno de ellos, Giovanni De Santis, especializado en instrumentos de vientos, fue profesor del aprendiz Manuel José.
El maestro Fernández Frías crea en Villanueva una Academia de Música y enseñó prácticamente a todos los músicos de esta región con los cuales fundó once bandas de música que las llamó Nueva Esperanza entre 1910 y 1950.
Uno de los sobrinos del maestro mayor Fernández Fría, fue Rafael, nacido en Santa Marta, hijo de Antonio María Fernández Daza y María del Socorro Padilla, hermano de la pianista, concertista, cantautora y presidenta de Sayco Rita Fernández Padilla.
Testimonia el maestro Rafael: “Cuando vine al mundo (1939) mi madre ya tenía un piano de conservatorio en casa. Comencé a estudiar piano a los 7 años. Mi madre fue mi primera profesora. Luego me pusieron a Julia Bermúdez, egresada del Conservatorio Nacional de Colombia. Después me instruyó María Luisa Flórez, fui su alumno durante 11 años”.
Luego de estudiar armonía en Miami, se dedicó a ofrecer audiciones en Europa y Asia. Sus hermanas (Rita y María Clara), radicadas en Valledupar desde la fundación del Festival Vallenato, lo invitan en la capital del Cesar a que organice una Academia para estudiar piano.
Hasta el inicio de la pandemia, fueron muchos los discípulos que aprendieron con el profesor Fernández Padilla las técnicas para ejecutar ese clásico instrumento para transformase en un acordeón piano o concertina que se integra progresivamente al conjunto musical del género vallenato con sus aires característicos.
El regreso del maestro Rafael Fernández Padilla fue el pasado 21 de julio en la Fundación Filarmónica de Cesar con una cátedra magistral en un concierto de apreciación musical interpretando obras de Ludwig van Beethoven, Frederick Chopin, Joaquín Malats, Ernesto Lecuona, Gustavo Gutiérrez Cabello y Rita Fernández Padilla, entre otros grandes compositores de la música.
El maestro Fernández Padilla, al finalizar las ejecución de las 10 obras del concierto programado, lanzó una sugestiva convocatoria: Invitó a saxofonistas, bajistas, bateristas, y por supuesto pianistas, a conformar un cuarteto musical para interpretar el Jazz en Valledupar de forma que se diversifique el espectro musical local y cualificarse en competencia con BarranquiJazz, Jazz al Parque de Bogotá y el festival del Jazz en Mompox.
Los músicos, el Departamento de Cesar, sus municipios, la licenciatura en Arte, folklore y culturade la UPC, la Fundación Filarmónica del Cesar, el sector privado y la nueva ministra de Cultura Patricia Ariza, entre otras, tiene arte y parte en la concreción de esta propuesta.