Bienvenidos a los tiempos del cambio, del desarrollo, del progreso, del empleo, de la Albania potencia de la vida; es el sentimiento que hoy embarga a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas del municipio de Albania con el nombre de Nera Robles; se siente en la zona urbana, en la zona rural; es una gran parte de la ciudadanía que ya está cansada de la falta de fuentes de empleos, de unos servicios públicos deplorables, de muchas otras cosas más, es un pueblo que sueña con la transformación de ese atraso que nos atrapa por el progreso desde lo institucional, de la desidia gubernamental de un pueblo que sufre por una planeación colectiva comunidad-Alcaldía. Los acuerdos programáticos son testigos de la Albania del pensamiento personal a la Albania del pensamiento colectivo.
Es el momento de que en nuestro cielo pasen los nubarrones negros y llegue la bella primavera del renacer de un pueblo que pide a gritos cambiemos por Albania.
¿Si un día logramos por la lucha colectiva cambiar de corregimiento a municipio, por qué ahora no de pueblo a ciudad intermedia emergente? Llegó el momento de planificar a una Albania más allá de la mina, una Albania a 20 años y más. Pero para que esa Albania podamos construirla necesitamos planificar, organizar y potenciar a nuestros sectores productivos diferentes al sector minero-energético, principalmente por nuestra soberanía y seguridad alimentaria y porque de él, siempre hemos vivido: el sector agropecuario.
Es el momento de acabar con ese concepto escéptico de los que no creen: “Si se acaba la mina, se acaba Albania”. Es el momento de renacer el propósito inicial; el que se acuerda sabe que antes de la mina Albania vivía bien, hasta mejor; si los hacemos bien, Albania después de la mina vivirá bien hasta mejor. Esa es nuestra misión; no es trabajar con algunos campesinos por simpatía política, es trabajar con todas las asociaciones campesinas, no con unos afros, es con todos los concejos comunitarios afrodescientes.
No es con unos indígenas, es con todos los resguardos indígenas. No es con unas víctimas, es con todas las víctimas del conflicto armado; es elevando la calidad de vida con verdaderos proyectos, estrategias, iniciativas y políticas públicas para el saneamiento básico, la salud, la educación, la cultura, el deporte, la economía local y muchos más; es articulándolos con las políticas públicas, programas y proyectos del Gobierno nacional.