Una reunión que se desarrolló este jueves 15 de septiembre entre los distintos actores involucrados en la problemática de la hidroeléctrica El Guavio y los habitantes del municipio de Ubalá, Cundinamarca, concluyó en la decisión de las comunidades de levantar la protesta que iniciaron desde hace más de un mes.
Los pobladores de la zona aledaña a la central térmica, la más importante en el centro del país, bloquearon la accesibilidad por el mal estado de las vías y para exigir inversión en la infraestructura.
El paro no permitía el mantenimiento de la hidroeléctrica, que había apagado cuatro de sus turbinas por la imposibilidad de hacer mantenimiento ante los bloqueos, generando amenazas de un apagón.
Finalmente, tras escuchar las solicitudes de las autoridades locales, el Gobierno nacional llegó a un acuerdo las autoridades y los líderes de la protesta.
El alcalde de Ubalá, Crispín Beltrán, manifestó que la partida presupuestaria no era suficiente para aplicarse a una situación que tiene décadas esperando atención del Gobierno nacional.
Una de las principales solicitudes del municipio es que estas vías sean ingresadas al Plan Nacional de Desarrollo como una meta para que el Gobierno pueda invertir recursos en la habilitación de estos tres tramos que han permanecido en el abandono por más de 40 años.
Se destinarán recursos para la reparación y pavimentación de 130 kilómetros en la zona donde se encuentra la hidroeléctrica.