La reciente crisis del sistema de salud colombiano, exacerbada por la reforma impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro, ha generado un notable incremento en la adquisición de seguros de salud.
Según datos proporcionados por Fasecolda, el gremio que agrupa a las aseguradoras, entre enero y septiembre de este año, la demanda de seguros de salud creció un 23%. Este aumento se sitúa por encima de otros productos como el Soat (20%), incendios y terremotos (11%) y vida individual (9%).
Las aseguradoras han respondido a esta creciente demanda con más de $18,4 billones en reclamaciones, mientras que la producción de primas ha experimentado un incremento del 10,2%, alcanzando un total de $40,1 billones.
Gustavo Morales, presidente de Fasecolda, destacó que a pesar del lento crecimiento económico del país (que apenas alcanza entre el 1% y 1,5%), el sector asegurador está desempeñando un papel crucial al proteger a más empresas y hogares colombianos. Actualmente, el 3,2% del PIB nacional se destina a seguros.
El aumento en la contratación de pólizas de salud se atribuye principalmente a la incertidumbre generada por la reforma a la salud y la crisis financiera que atraviesan las Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Un exfuncionario del sector que prefirió permanecer en el anonimato afirmó que hay un creciente interés no solo por los seguros tradicionales, sino también por sistemas complementarios como la medicina prepagada y las coberturas ofrecidas por cajas de compensación.
En términos de participación en el mercado, Sura lidera con aproximadamente un 69%, seguida por Allianz (14%), Bolívar (11%) y Axa Colpatria (1%); actualmente hay 1,9 millones de personas aseguradas en salud, mientras que el Soat cubre a 10 millones de vehículos y las pólizas de vida individual llegan a 2,5 millones.
Los precios para los seguros varían significativamente; para jóvenes entre 20 y 25 años comienzan desde $2 millones anuales, mientras que para personas mayores de 65 años pueden ascender hasta $15 millones o más; Luis Fernando Ramírez, investigador económico, señala que muchas clases medias sienten que la reforma podría desprotegerlas y cuestionan la seguridad del modelo tradicional basado en EPS.
La situación actual es crítica. La reforma a la salud se encuentra en su segundo intento legislativo tras haber sido rechazada previamente; además, siete EPS han sido intervenidas debido a problemas financieros significativos.
La senadora Paloma Valencia reportó más de 463.000 reclamos hasta septiembre y una creciente insatisfacción entre los usuarios.
El sistema enfrenta un déficit alarmante estimado en $11,9 billones; la falta de confianza en las EPS y el temor ante futuros cambios legislativos están llevando a los colombianos a buscar alternativas más seguras para su atención médica.