El presidente Gustavo Petro, de nuevo, criticó la construcción de represas como Hidroituango y El Quimbo, argumentando que estos proyectos no solo han sido mal concebidos, sino que también representan un grave riesgo para las comunidades y el medio ambiente.
Horas después de que EPM anunciara el taponamiento definitivo del túnel de desviación derecho, estructura que generó la emergencia aguas abajo de la presa el 12 de mayo de 2018, el jefe de Estado enfatizó que el desarrollo del país debe centrarse en el crecimiento de la vida y no en la destrucción de ecosistemas vitales. Según él, el espacio utilizado para Hidroituango podría haberse destinado a proyectos más sostenibles en La Guajira, beneficiando a las comunidades indígenas Wayuu y evitando los riesgos sísmicos asociados con la represa.
El mandatario subrayó que la actual situación de Hidroituango condena a los colombianos a enfrentar periodos de racionamiento energético en el futuro. Petro advirtió que no hay otros proyectos significativos en el horizonte que puedan garantizar un suministro energético estable para el país.
Durante el anuncio del taponamiento de la estructura, el alcalde de Medellín y presidente de la Junta Directiva de EPM, Federico Gutiérrez Zuluaga, dijo que «Colombia necesita más proyectos como este». «El país necesita soberanía energética y hay que apostarles a más proyectos con temas de transición energética y energías renovables, pero no se puede abandonar la generación a través de hidro», afirmó al referirse al futuro de este tipo de iniciativas.
Desde el inicio de Hidroituango, Petro manifestó su descontento, señalando los presuntos desalojos forzosos y la degradación ambiental provocada por el proyecto. En este contexto, el mandatario concluyó que las soluciones no pueden basarse en discursos populistas, sino en un compromiso real con el bienestar social y ambiental del país.