A través de un comunicado, la Oficina de Naciones Unidas en Colombia y la Conferencia Episcopal, pidieron a las delegaciones de paz del Gobierno y al ELN, una reunión extraordinaria para considerar reanudar las negociaciones y extender el cese de fuego, que vence este 3 de agosto.
“En nuestra calidad de acompañantes de la mesa de diálogos entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), nos dirigimos a ustedes en la víspera del vencimiento el 3 de agosto de 2024 del cese al fuego bilateral, temporal y nacional, acordado por ambas delegaciones (…) quisiéramos poner a su consideración la organización de una reunión extraordinaria, con el doble objetivo de reactivar la mesa de negociaciones y renovar el cese al fuego. Dado que el tiempo para organizar dicha reunión es limitado, sugerimos considerar una extensión técnica del cese al fuego por unas semanas”, expresaron.
Consideraron que la extensión técnica facilitaría el avance de los preparativos necesarios para un nuevo encuentro en el que “se podrían abordar los temas de fondo del proceso de diálogo que ambas partes han destacado como relevantes”.
Esta propuesta fue avalada por la delegación del Gobierno Nacional en las negociaciones con el ELN, que también se pronunció, coincidiendo en que sí es necesario retomar las conversaciones y extender el cese de fuego con el ELN.
«Somos conscientes de que se ha ido agotando el tiempo para preparar las condiciones necesarias para la nueva prórroga y, por esta razón, coincidimos con ustedes en la opción de hacer una extensión técnica del cese al fuego que nos permita desarrollar el encuentro de las jefaturas de las delegaciones», respondieron en una carta la jefa negociadora, Vera Grabe, y el senador Iván Cepeda.
Mencionaron que el Gobierno “está haciendo todos los esfuerzos necesarios» para seguir la negociación con esa guerrilla, pero que estas pasan por su peor crisis desde que se reiniciaron en noviembre de 2022 y están «congeladas» desde comienzo de este 2024.
Por su parte, el ELN solicitó al Gobierno garantías y denunció incumplimientos de los puntos acordados, especialmente el cese al fuego, mientras que desde la mesa de negociación le exigieron a la guerrilla «aclarar» si tienen un «propósito de llegar a la paz» y voluntad real.
«Compartimos el clamor de la sociedad colombiana que nos exige estar a la altura de este tiempo histórico, reafirmamos nuestro compromiso de buscar la protección de la población civil e insistir en el camino de la paz», concluye el comunicado.