Más de 2,8 millones de migrantes venezolanos residen actualmente en Colombia, la mayoría regularizados a través del Permiso de Protección Temporal (PPT). Esta medida les ha permitido acceder a empleos formales y contribuir al crecimiento económico del país, reflejándose en el aumento del recaudo tributario.
Según cifras de la Universidad del Rosario y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los migrantes venezolanos aportaron en 2023 un total de $1,5 billones al recaudo fiscal, lo que equivale al 1,91% de la recaudación anual. Además, el crecimiento de estos aportes ha sido exponencial, registrando un incremento del 52% respecto a 2022.
Obligaciones tributarias y normativas vigentes
De acuerdo con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), los migrantes venezolanos deben cumplir con sus obligaciones fiscales si permanecen en el país por más de 183 días en un periodo de 365 días. “Si su permanencia se extiende por más de un año gravable, se les considera residentes fiscales a partir del segundo periodo gravable”, detalla la normativa.
Por su parte, la abogada especialista en derecho tributario, María Alejandra Buitrago, explicó que aquellos que no cumplen con el tiempo de residencia requerido también deben tributar si generan ingresos en el país.
“Por ejemplo, si prestan servicios en Colombia, la tarifa del impuesto sobre la renta es del 35%, salvo que exista un pagador local que realice una retención en la fuente del 20%, en cuyo caso esta sería su tarifa definitiva”, precisó la experta.
El exdirector de la DIAN, Lisandro Junco, recordó que los venezolanos con PPT tienen las mismas obligaciones fiscales que cualquier residente colombiano, incluyendo el pago del IVA. “Aportan al recaudo del país a través de emprendimientos y negocios. Sin embargo, siempre se les recomendó constituir sociedades, ya que el PPT es una medida temporal. Desde la planeación tributaria, es la opción más conveniente para estructurar sus obligaciones fiscales”, señaló.
Impacto en la economía y el mercado laboral
Junco también reconoció que, durante su gestión en la DIAN, hubo diversas proyecciones sobre el impacto fiscal de la migración venezolana. No obstante, admitió que una parte significativa de esta población se encuentra en la informalidad laboral.
A pesar de ello, destacó el papel de los migrantes en el crecimiento de sectores estratégicos como la construcción, donde su mano de obra ha contribuido a aumentar la productividad nacional.
Por otro lado, Catalina Arenas-Ortiz, directora de Equilibrium, destacó que la contribución económica de la migración venezolana supera la inversión pública destinada a su integración. “Hemos analizado la regularización en ocho países y encontramos que, aunque los migrantes reciben apoyo inicial para su adaptación, retribuyen a través del pago de impuestos directos e indirectos, así como de aportes a la seguridad social”, afirmó.
Con estos datos, se consolida la idea de que la migración venezolana no solo representa un reto para Colombia, sino también una oportunidad para dinamizar su economía y fortalecer su estructura fiscal a largo plazo.