La angustia terminó para la familia de Juan David Sanguino, el adolescente de 16 años que había sido secuestrado en Sardinata, Norte de Santander, cuando se dirigía a su colegio. Luego de casi tres días de incertidumbre, el joven fue abandonado en la vereda El Rubí y logró llegar por sus propios medios hasta una vivienda, donde pidió ayuda. El secuestro ocurrió en la mañana del 26 de marzo, cuando el estudiante se desplazaba en motocicleta por el sector de Piedra 8, cerca de La Florida. En ese momento, fue interceptado por hombres armados que lo obligaron a descender del vehículo y se lo llevaron con rumbo desconocido. Desde su desaparición, las autoridades y organizaciones defensoras de derechos humanos exigieron su pronta liberación, alertando sobre el riesgo que corren los menores en la región debido a la presencia de grupos armados. La Fundación Paz & Reconciliación advirtió sobre el incremento de estrategias de reclutamiento forzado en el área, mientras que la Defensoría del Pueblo condenó el secuestro y pidió respeto por la vida del joven. Finalmente, en la mañana del 29 de marzo, Juan David fue dejado en libertad en una zona de difícil acceso. Desorientado, caminó solo hasta encontrar una vivienda, desde donde se comunicaron con su familia. Aunque aún no se ha confirmado qué grupo armado estuvo detrás del rapto, las primeras hipótesis apuntan a que podría tratarse de un intento de reclutamiento forzado. Las autoridades continúan investigando el caso para identificar a los responsables y evitar que hechos similares sigan ocurriendo en la región.