En respuesta a la creciente polémica sobre la presunta adquisición del software espía Pegasus por parte del Gobierno de Iván Duque, este miércoles exministros y exintegrantes de la cúpula militar y de seguridad del expresidente negaron categóricamente cualquier compra de dicho programa.
A través de una carta firmada por figuras clave de la administración Duque, entre ellas los exministros de Defensa Guillermo Botero y Diego Molano, y el exconsejero de Seguridad Rafael Guarín, los exfuncionarios aseguraron que «nunca se ordenó la adquisición del software por parte del Estado colombiano».
La misiva enfatiza que Iván Duque, durante su mandato, no participó en ningún proceso de adquisición de bienes y servicios estatales y que la instrucción fue clara: seguir los lineamientos de contratación estatal con total transparencia. “No existen registros de la compra de Pegasus en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop) ni en los gastos reservados del Ministerio de Defensa”, señala el documento.
Además, se destacó que el expresidente Duque siempre exigió apego riguroso a la legalidad en la protección de la seguridad nacional, con una actuación que priorizaba la cooperación internacional para combatir el crimen transnacional. La carta reafirma el compromiso del Gobierno de Duque con la legalidad y la integridad en todas sus decisiones.
Este pronunciamiento se produce tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien afirmó que la Dirección de Inteligencia Policial adquirió el programa Pegasus por 11 millones de dólares durante la administración anterior, sugiriendo que dicho software tiene la capacidad de espiar cualquier tipo de dispositivo móvil. Sin embargo, los exfuncionarios desmintieron estas acusaciones y señalaron que no hay evidencia alguna que respalde la compra.
A pesar de la negativa oficial, la controversia sigue abierta, ya que las acusaciones del presidente Petro plantean preocupaciones sobre la posible utilización del software para fines de espionaje interno, lo que podría representar un serio riesgo para la privacidad y los derechos humanos en el país.
La discusión sobre Pegasus también refleja un tema más amplio: la necesidad de establecer controles claros y transparentes en torno al uso de herramientas de vigilancia tecnológica en Colombia. Si bien la cooperación internacional en seguridad es esencial para enfrentar el crimen organizado, el uso de tecnología de espionaje debe estar sujeto a rigurosos controles para evitar abusos.