A través de un comunicado de prensa la Defensoría señaló que el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, valora el anuncio de las delegaciones de paz del Gobierno Nacional y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de prorrogar seis meses el cese al fuego bilateral en Colombia.
Asimismo, para el Defensor el compromiso de la guerrilla de renunciar a la práctica del secuestro, son situaciones valoradas, no obstante, reiteró el llamado especial al ELN de la necesidad de dar un informe con el número de personas que tiene en su poder.
“En el desarrollo de la prórroga del cese al fuego, le reiteramos al ELN la imperiosa necesidad de que informe el número de personas que tiene en su poder. Desde la Defensoría del Pueblo disponemos de los canales humanitarios y la capacidad institucional para brindar el acompañamiento necesario que permita el regreso de quienes están en cautiverio. Devuélvalos sanos y salvos”, expresó el Defensor del Pueblo.
Según la Defensoría, durante el 2023, alrededor de 110 hombres y mujeres fueron reportados como secuestrados en el territorio nacional, según cifras manejadas por la entidad de derechos humanos.
Este año, a partir del trabajo que sus funcionarios han venido haciendo en las regiones, contabiliza el secuestro de 12 personas; siete de ellas fueron raptadas en Arauca y tienen como presuntos responsables al ELN y a facciones disidentes de las Farc.
Carlos Camargo Assis, agregó que “La Defensoría del Pueblo, con su capacidad institucional y experiencia en el territorio, a través de sus 42 Regionales, seguirá adelantando el monitoreo que constitucionalmente le corresponde, para verificar que los derechos de las comunidades no se vean vulnerados en el marco de lo acordado en la mesa de negociaciones, de cara a la extensión de 180 días del cese al fuego”.
Igualmente, el funcionario expresó hay un punto clave a tener en cuenta sobre la evolución del proceso de negociación con la guerrilla del ELN: “Consideramos fundamental que el Frente de Guerra Oriental, que delinque en el departamento de Arauca, y el Frente de Guerra Occidental, con injerencia en Chocó, se incorporen de manera decidida a las negociaciones para evitar que, ante una posible finalización de la lucha armada por parte del ELN, esos dos frentes no sean la génesis de futuras disidencias, lo que tendría como consecuencia nefasta el prolongamiento del conflicto armado en los dos departamentos”.