Este lunes 10 de marzo se cumplen 25 días desde que el papa Francisco fue ingresado en el Hospital Universitario Gemelli de Roma, debido a complicaciones respiratorias que venía padeciendo desde meses atrás. El diagnóstico médico confirmó una neumonía bilateral, lo que puso en alerta a la comunidad católica y centró la atención mundial en la evolución de su estado de salud.
Durante su hospitalización, el sumo pontífice sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria en un solo día, lo que obligó a los médicos a practicarle dos broncoscopias; sin embargo, en las últimas horas su condición ha mostrado una «gradual y leve mejoría», según informaron fuentes del Vaticano.
El parte médico más reciente, emitido en la tarde de este lunes, representa el primer indicio claro de una evolución favorable. A diferencia de los comunicados previos, en los que el pronóstico se mantenía «reservado», el más reciente informa que el papa Francisco ya no se encuentra en peligro «inminente».
Por otro lado, a pesar de estos signos alentadores, el Vaticano ha evitado dar una fecha estimada para el regreso del pontífice a la Casa Santa Marta, su residencia oficial en el Vaticano.
Por ahora, su estado sigue siendo monitoreado de cerca, mientras la comunidad católica permanece expectante ante la recuperación del líder de la Iglesia.