El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se puso al frente de los ensayos con misiles balísticos que las fuerzas militares de su país iniciaron este fin de semana, pocas horas después que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que es casi inminente una invasión rusa a Ucrania.
Desde Moscú, Putin supervisa nuevos ensayos militares que incluyen pruebas de misiles balísticos y misiles de crucero capaces de transportar cargas nucleares.
A todo esto se suman el aumento de las tensiones entre Kiev y los rebeldes prorrusos que tienen el control de gran parte del este de Ucrania. Solamente hasta las 7:00 horas de este sábado, se habían reportado oficialmente más de 66 incidentes armados entre fuerzas oficiales y separatistas.
Además, prorrusos y gobierno británico se han acusado mutuamente de violar el cese al fuego en repetidas ocasiones. Mientras tanto, los lideres separatistas de las regiones de Doneskt y Lugansk anunciaron la movilización general de sus fuerzas, luego de haber evacuado a los civiles a territorios seguros.
Por su parte, el gobierno de la Federación Rusa volvió a negar cualquier plan de invadir a Ucrania, reiteró que no ha tenido injerencia en el conflicto de su vecino, aunque repitió varias demandas como el retiro de la OTAN de Europa Oriental y el freno de su expansión, algo que occidente rechaza.
Desde Washington, el gobierno de Estados Unidos advierte que Rusia sigue concentrando una gran cantidad de tropas en la frontera con Ucrania, y que cerca del 50% de las fuerzas militares rusas están en posición de ataque. Para EE.UU, Rusia está movilizando la mayor cantidad de tropas hacia Europa del Este desde la Guerra Fría.