Miles de personas acompañaron este miércoles con aplausos y lágrimas en los ojos el traslado del féretro de Isabel II del Palacio de Buckingham a la capilla ardiente en Westminster, donde continuará el homenaje popular hasta su funeral y entierro el lunes próximo.
Es el sexto día de luto tras su fallecimiento el pasado jueves 8 de septiembre. Con puntualidad británica, la comitiva que acompañó el féretro, cubierto con el estandarte real, flores y la corona imperial, partió a las 14.22 horas de Buckingham, su morada oficial en Londres, durante su largo reinado de 7 décadas.
El ataúd, trasladado en un afuste tirado por caballos, recorrió durante unos 40 minutos unas abarrotadas calles de Londres, seguido a pie por Carlos III y sus hermanos Ana, Eduardo y Andrés, así como por los hijos del nuevo monarca, Guillermo y Enrique.
El final de la cola para despedir a la reina Isabel II está actualmente cerca del Puente de Londres, según el rastreador en vivo del gobierno del Reino Unido. La fila tiene una longitud aproximada de 2,9 millas (unos 4 kilómetros).
En declaraciones a BBC este miércoles, la secretaria de Cultura del Reino Unido, Michelle Donelan, dijo que el gobierno espera «colas extremadamente grandes, que podrían llegar a las treinta horas».
Ahora tendrá lugar una capilla ardiente con una duración de cuatro días en el edificio más antiguo del complejo del Parlamento, adonde los ciudadanos podrán acudir para presentar sus respetos.