EDP Renewables (Edpr), presente en Colombia desde 2019 a través de los parques eólicos Alpha y Beta en La Guajira, anunció que tras una revisión exhaustiva del desarrollo de los proyectos, estos no cumplen los criterios de inversión y el perfil riesgo de la compañía. Por lo tanto, ha decidido “no proceder con las inversiones restantes necesarias para construir los parques eólicos”.
«Seguimos con el proceso de obtención de permisos para los proyectos eólicos y en esta etapa estamos evaluando las diferentes opciones para el futuro de Alpha y Beta que permitan la eventual construcción por terceros», declaró Duarte Bello, miembro del Management Team de Edpr, que supervisa el mercado colombiano.
Sostuvo que desde su entrada en Colombia, Edpr ha estado trabajando en el desarrollo de los proyectos Alpha y Beta, con una capacidad combinada de más de 0,5 GW y una generación anual estimada en 2,5 TWh, lo que contribuiría a los objetivos nacionales de Colombia para alcanzar la transición energética.
Estos dos proyectos obtuvieron permisos ambientales en agosto de 2019. Posteriormente, en la subasta promovida por el Gobierno de Colombia en octubre de 2019, se adjudicaron contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA) para una producción anual de 1,7 TWh de energía renovable durante un período de 15 años, efectivos a partir de 2022, junto con los pasivos y garantías asociados a los PPA Más adelante, Edpr contrató una parte sustancial del Capex, concretamente 90 aerogeneradores modelo Vestas V162-5,6MW y equipamientos adicionales necesarios para la infraestructura de los parques eólicos (BOP) con el objetivo de cumplir las condiciones bajo el marco de los PPA.
Esta gestión corresponde a una parte relevante de la inversión y las responsabilidades que la compañía mantiene a día de hoy.
«Durante los confinamientos restrictivos impuestos por las autoridades en respuesta a la pandemia de la Covid- 19 en 2020 y 2021, el proceso de permisos ambientales para la línea de interconexión requerida de 81 km sufrió retrasos significativos. A mediados de 2021, para minimizar el impacto negativo del déficit energético derivado de las obligaciones de los PPAs, causado por los retrasos relacionados con los confinamientos, y para agilizar los esfuerzos de construcción en curso, las turbinas escogidas para los dos proyectos fueron transportadas y almacenadas en una infraestructura portuaria en La Guajira», informó la empresa en su comunicado.
Sin embargo, añade que el proceso de construcción ha sufrido retrasos y Edpr ha venido colaborando en diferentes iniciativas con el Gobierno y el regulador, en las que la compañía ha señalado la urgencia de las medidas necesarias para restablecer el equilibrio económicos de los proyectos, que se encontraban afectados por un retraso en el permiso de la línea de transmisión y también por otros acontecimientos importantes, tales como:
- La falta de disponibilidad de otros activos de transmisión que estaba previsto que construyeran y posteriormente explotaran terceros en la región.
- La aprobación de una nueva legislación con impactos adversos en los aspectos económicos de los proyectos frente a las suposiciones iniciales de inversión
- El aumento significativo de los costes asociados a la construcción
- La devaluación del peso colombiano
- El aumento de los costes de financiación, entre otros.
En respuesta a estos desafíos, en agosto de 2023, el Gobierno publicó el Decreto 1276 que incluía importantes medidas de emergencia, pero fue declarado inexequible por la Corte Constitucional en octubre de 2023, prolongando la situación de desequilibrio de los proyectos.
Ante esta situación, Edpr tomó varias medidas y consiguió renegociar el 80,7% del volumen total de entrega de energía acordada en los contratos PPA, con la consiguiente suspensión de la entrega durante más de 2 años.
Además, presentó a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) la solicitud de licenciamiento ambiental para la línea de interconexión, cuyo resultado se espera en febrero de 2025
Sin embargo, según afirma, hasta la fecha no se ha logrado ninguna visibilidad sobre la mejora del marco de ingresos regulados, tales como la reforma del mecanismo de ‘Cargo por Confiabilidad’.
Esta y otras posibles medidas que tanto Edpr como la Asociación de Energías Renovables de Colombia, SER, han defendido como cruciales para permitir la construcción de proyectos eólicos, y que son fundamentales para reducir la exposición del sistema eléctrico colombiano al riesgo hídrico, así como a los altos precios para los consumidores finales generados como consecuencia del fenómeno meteorológico de ‘El Niño’. Además. la empresa advierte que seguirá emprendiendo todas las acciones legales necesarias para proteger sus intereses en Colombia.
Dada esta decisión,“Edpr estima unas pérdidas potenciales asociadas a estos proyectos por un importe de hasta 0,7 mil millones de euros, que incluyen el deterioro total de los proyectos, así como 0,2 mil millones de euros relacionado con garantías y pasivos estimados que podrían pagarse en el futuro (solo los 0,2 mil millones son incrementales a la deuda neta más allá de 2024) y que estas cantidades se tratarán como un fenómeno no recurrente, que no tendrá impacto en el beneficio neto recurrente ni en la política de dividendos de la empresa”.
Reacciones
A este anuncio, que considera como “malas noticias para La Guajira y para el país”, se pronunció el senador guajiro Alfredo Deluque.
“Con la salida de @EdpRenewables, multinacional a cargo de los dos parques eólicos más grandes de Colombia, perdemos la oportunidad de diversificar nuestra matriz energética y apostarle a la producción de energías alternativas. Resulta paradójico que el Gobierno de Petro, que pregona sobre la importancia de la transición energética, siga sumando fracasos y desaciertos. Primero fue Enel, luego Celsia y ahora esto. Absolutamente lamentable y preocupante”, comentó el congresista.