La comunidad del corregimiento de Arroyo Arena, ubicado en el sur de Riohacha, denuncia que la Policía Nacional cometió abuso de autoridad durante un operativo de control realizado al interior de un estadero de esa localidad, el pasado 19 de diciembre,
De acuerdo a testimonios de los afectados, los uniformados se excedieron de fuerza y agredieron a varios de los visitantes del local comercial, y además causaron destrozos en sillas y otros elementos de valor del sitio.
“Fui agredido por la Policía Nacional en el momento que llegué a darme cuenta que mis hijos se encontraban en el billar del pueblo, donde llegaron uniformados que sin mediar palabras procedieron a agredir a todos los que se encontraban en el lugar, y a las personas que se encontraban alrededor, entre ellos niños, jóvenes y adultos mayores”, dijo Donaldo Pinto Torres, quien denunció ante la Procuraduría lo sucedido.


Pinto señaló que él y otras diez personas fueron golpeadas por los agentes. Además aseguró que los agentes se llevaron el dinero que había ganado el administrador del billar y le quitaron su celular a un niño indígena.
Esa denuncia también la comparte Édgardo Mejía, líder gremial de la zona que aseguró que la Policía realizó una toma indiscriminada del corregimiento, causando pánico en la población.

“Hicieron más de 500 disparos al aire. Allí en ese pueblo tenemos amigos, familiares. Levantaron a tiros el pueblo y ahí están los videos, están los cartuchos, están las fotografías haciendo una cantidad de disparos al aire, poniendo a la comunidad en shock”, dijo Mejía, quien le pidió a la Policía mejorar sus procedimientos a la hora de combatir a la delincuencia en Arroyo Arena y el corredor minero.
Por su parte, Avelino Moscote, líder de la comunidad, aseguró que si bien se pudo haber presentado un exceso por parte de la Policía, el billar intervenido se ha convertido en un problema para la convivencia en el pueblo.
“Yo reconozco que de pronto la Policía se excedió. Pero lo que pasa es que en Arroyo Arena hay una cantina donde los viernes y los sábados encuentras una cantidad de niños, mujeres y toda la gente de la población bebiendo trago, ahí venden vicio y venden de todo. Yo fui uno de los que en el pueblo denuncié que había que controlar ese bar, porque allí entraba todo el mundo”, dijo Moscote.
El líder cívico señala que en el mencionado bar incluso se ejerce prostitución, dejando como resultado varias mujeres y menores de edad embarazadas.