Según información suministrada por investigadores judiciales tres de las victimas trabajaban en un establecimiento nocturno que pertenecería a una estructura criminal, cabe recordar que esta ocurrió el pasado 25 de junio en Rionegro. Al parecer, los homicidas estarían buscando a tres personas que serían empleados de este lugar, mientras que las restantes habrían pagado por inocentes.
Así lo revelaron las investigaciones de este caso, registrado en la vereda El Hoyito, ubicada a unos 15 minutos del aeropuerto José María Córdova de Rionegro, cuando varios hombres armados con fusiles llegaron sobre las 7:30 p.m. de ese martes y dispararon contra las nueve personas que se encontraban en la propiedad, dejando a siete muertas y una más herida.
El origen de este ataque sería porque Luis Guillermo Canoles Menco, de 32 años; Jesús Gabriel García Sarmiento, de 40 años, y Marlos Luis John Zárate, de 32, estuvieron trabajando en las noches en un establecimiento de San Antonio de Pereira, en la vía La Ceja-Rionegro, que pertenecería al grupo delincuencial El Mesa.
Estos atlanticenses, oriundos de Campo de la Cruz, un municipio ubicado a 83 kilómetros de Barranquilla, realizaban la labor simultánea en el establecimiento comercial y en la obra de construcción de una finca en la vereda El Hoyito con el fin de tener recursos extras para su sostenimiento en Rionegro, al menos, mientras terminaban su trabajo en esta propiedad.
Por esta razón, según fuentes judiciales, hombres con acento costeño dispararon contra ellos, dejando también como víctimas a Luis Epinayú, nacido en Uribia hace 39 años; Arturo Enrique González González, de 30 años y también de Uribia; Gildardo Cárdenas Epinayú, de 45 y oriundo de Riohacha, y Yeisin Luis Fontalvo Buelvas, de 37 años, y nacido en San Jacinto, una localidad que está en los Montes de María y queda a 97 kilómetros de Cartagena.
Las primeras informaciones de las autoridades indicarían que estas cuatro personas no tendrían antecedentes judiciales y en un principio habrían muerto simplemente por residir con las tres personas que estaban buscando los criminales, y quienes tampoco tendrían registros del Sistema Penal Oral Acusatorio (Spoa).
Ante esta situación, las autoridades investigan si este crimen del Clan del Golfo habría sido perpetrado contra miembros de esta misma estructura que los estarían traicionando, al aceptar el trabajo nocturno en este establecimiento comercial del bando con el que se disputan el control criminal del Oriente.