La adaptación de la icónica novela Cien años de soledad, ahora disponible en Netflix, no solo representa un hito cultural, sino también un impulso económico significativo para Colombia. La producción, completamente filmada en el país, requirió la construcción de un Macondo real en Alvarado, Tolima, reafirmando la competitividad de Colombia como destino para producciones internacionales.
De acuerdo con Netflix, el proyecto inyectó más de 225 mil millones de pesos colombianos a la economía, un impacto que incluye gastos directos y efectos en la cadena de suministros. Este logro fue posible gracias al incentivo Cina (Certificado de Inversión Audiovisual), el más grande otorgado hasta la fecha, con un crédito fiscal transferible de 47 mil millones de pesos.
La construcción de Macondo: una obra monumental
El Macondo de Netflix, levantado en un terreno de 540.000 m² en Alvarado, Tolima, requirió la adecuación de vías, estudios topográficos y el trabajo de 150 artesanos de distintas regiones del país, respaldados por 850 proveedores locales. En el proceso, se levantaron más de 130 casas con una arquitectura efímera diseñada para durar varios años.
Para suplir la demanda del equipo técnico y creativo, se reservaron más de 100.000 noches de hotel en Ibagué, consolidando el impacto económico en la región. «Este proyecto demuestra que Colombia tiene la capacidad y el talento para asumir producciones de alto nivel», destacó Eugenio García, director de arte de la serie.
La serie involucró a más de 5.000 personas, entre técnicos, artistas y extras, consolidando a Colombia como un centro de producción robusto para plataformas globales como Netflix. Según Claudia Triana, directora de Proimágenes Colombia, esta adaptación confirma la confianza en el sector audiovisual del país y sus instituciones, que han gestionado incentivos clave como los previstos en la Ley 1556.
El impacto cultural y económico de Cien años de soledad trasciende la pantalla, reafirmando el legado de Gabriel García Márquez y posicionando a Colombia como un referente en el mundo audiovisual. Con esta producción, el país no solo da vida al mítico Macondo, sino que también impulsa el desarrollo de sus regiones y su industria creativa.