Los muertos de Riohacha, podrán descansar en paz. El drama de los familiares se acabará. Los traslados de los cuerpos hacia Maicao se acabarán. Al menos eso creemos, luego que una gigantesca grúa, comenzara a instalar un transformador para que la Morgue de Riohacha pueda tener servicio de energía eléctrica.
¡Qué vergüenza! La capital de La Guajira se vio sometida por cinco meses, a que cada cadáver debía ser conducido a otra región para que los organismos de investigación pudieran hacer las necropsias respectivas.
Medicina Legal, guardó silencio. El Distrito no quiso hablar del tema. La gobernadora saliente no le interesó solucionar la crisis de los cadáveres. Las secretarías de salud, omitieron vigilar las normas sanitarias.
Sonia Bermúdez y los medios de comunicación, fueron los únicos que tuvieron sentido de pertenencia con su ciudad, y con mucho valor denunciaron, lo que los funcionarios ocultaban: cierre de la morgue.
En pocos días, al nuevo gobernador Jairo Aguilar Deluque, le correspondió hacer, lo que los demás omitieron. Ayer jueves, nos agradó que una grúa de la empresa Air-e estaba instalando el transformador para energizar la sede de Medicina Legal que funciona en el hospital Nuestra Señora de los Remedios.
¿Quién tuvo la culpa? No fue la vaca, de eso estamos seguros. Quienes debieron resolver el asunto, escondieron la cabeza como el gigantesco avestruz, mientras que la sacaban y mostraban orgullosos en cada uno de los eventos sociales que aparecían en las temporadas preelectorales y las de fin de año.
¿Cómo lo hizo el gobernador Aguilar en poco tiempo? No fue un acto de magia. Creo que simplemente hizo la gestión. El famoso deber ser. Solo eso. Jairo, ojalá sigas siempre ese camino.
La morgue debe abrir sus puertas pronto. Fue triste ver al Personero de Dibulla, cargar el cuerpo de su hermano muerto, traerlo a Riohacha y encontrar las puertas de Medicina Legal cerradas. Pero, no solo fue eso. A él, le correspondió, como buen ciudadano, embarcar el cadáver de otra persona para llevarlo a Maicao, en un vehículo que técnicamente no estaba acondicionado para esos menesteres.
Las continuas omisiones de los funcionarios, desdibujan el verdadero objeto social de los gobiernos. Además de tener una morgue cerrada, la falta de un gobierno distrital, comprometido con sus obligaciones, han llevado a desconocer la tragedia que viven decenas de familias campesinas, que lo perdieron todo, debido a la ola invernal que los azotó en sus parcelas del pie de monte de la Sierra Nevada.
Todos esperan que la Unidad del Riesgo, evalué lo ocurrido. Meses después nadie ha aparecido. La falta que le hizo a Riohacha tener a un alcalde comprometido con sus habitantes.