La explotación de la sal en el municipio de Manaure sigue generando enfrentamientos entre algunos de sus socios con la gerencia de la empresa Sama.
La situación es bastante complicada, cuando recientemente en un comunicado a la opinión pública, dos representantes legales de las asociaciones Sumaichin y Waya Wayuu, socias de la empresa, advierten de una serie de manejos irregulares que por la gravedad deben asumir las autoridades competentes.
En el documento se informan de robos continuados del mineral, de recursos económicos que se manejaron de manera directa, además de la expedición de certificados de origen sin el registro de las toneladas despachadas, amén de otras que ponen en tela de juicio el trabajo que se viene realizando desde la gerencia de la entidad.
El gerente Daniel Robles, estará interponiendo las denuncias por injuria y calumnia en su contra, fundamentadas en unas acusaciones que de acuerdo con su criterio parten de suposiciones.
El simple enfrentamiento entre la gerencia y algunos de los socios de la empresa Sama revela a las claras, que la situación es bastante delicada, que de alguna manera pone en riesgo el futuro de la organización y de toda una población que encuentra en la explotación de la sal un medio de vida.
A esa situación se suma la indiferencia de profesionales, de líderes sociales y de los jóvenes frente a un tema que afecta a toda la población y no solo a las asociaciones wayuú socias de la empresa, puesto que de la explotación se derivan también empleos indirectos que benefician a otras familias.
De no tomarse cartas en el asunto, podríamos estar frente a una empresa inviable debido a su crisis económica, a su debilidad institucional, al enfrentamiento de sus socios con la gerencia, es hora de hacer causa común para lograr que Sama pueda seguir con vida.
Manaure no puede darse el lujo de enterrar a una empresa que representa una lucha social y el sustento de cientos de familias wayuú y arijunas, sino también el regalo de la madre tierra que como tal debe ser cuidado con sumo esmero.